El colombiano Juan Pablo Montoya celebró con exhibición su despedida de la Williams-BMW, ganando para esta escudería el Gran Premio de Brasil, última prueba del Mundial de Fórmula Uno, en la que el español Fernando Alonso (Renault) firmó un cuarto puesto que le garantizó esa misma plaza final. Montoya se impuso por delante del finlandés Kimi Raikkonen, que será su compañero el año próximo en la McLaren-Mercedes; y del brasileño Rubens Barrichello.

Alonso firmó el doble cuarto al acabar en esa posición en la carrera y en el Mundial de pilotos, después de superar en carrera a su amigo Ralf Schumacher, que también se despide de la Williams, y al japonés Takuma Sato (BAR-Honda); antes de retener por detrás, durante casi veinte vueltas con las ruedas delanteras desgastadas, al alemán y al nipón, que concluyeron quinto y sexto; y al séptuple campeón mundial Michael Schumacher (Ferrari), que ayer se conformó con la séptima plaza.

En la víspera, se auguraba un 50% de posibilidades de que lloviese y a las siete de la mañana las probabilidades ascendían al 80%. Comenzó a llover con timidez justo antes de la carrera y ahí Alonso y los responsables de Renault arriesgaron y acertaron: colocaron ruedas de seco.

Raikkonen firmó una arrancada sensacional y superó a Montoya y Barrichello --segundo en el Mundial--, que le devolvió adelantamiento en la primera curva de la cuarta vuelta, después del trompo de Schumi en la segunda.

Button --tercero en la general final-- se quedó fuera a las primeras de cambio, cuando la pista comenzó a secarse y Alonso comenzó a sacar provecho de sus ruedas de seco, mientras que la mayoría tuvo que parar en boxes.

Alonso comenzó a marcar vueltas rápidas, tomó el mando de la prueba en la octava y fue líder hasta la decimoctava.

PRESION Por detrás se le aproximaba como un tiro el bólido de Montoya, que tomó el liderato tras la parada del español y ya sólo lo cedió tras su segunda parada --durante una vuelta, la 29-- y tras la tercera --durante cinco, de la 51 a la 55-- a su Kimi.

Algo antes, después de rebasarse el ecuador de la prueba, tras el giro 36, Montoya era líder, con 5,3 segundos sobre Raikkonen y 16.8 respecto a Fernando, que llevaba a Ralf ocho décimas detrás. Al ir bajando el nivel combustible, aumentaba la velocidad del Renault de Alonso, que empezaba a despegarse de Ralf, lo que sería definitivo. Conservó con maestría la cuarta plaza.

UN PASO MAS Michael Schumacher, que ganó trece pruebas, y Rubinho Barrichello, con dos éxitos, confirmaron su supremacía ganando otro mundial por equipos para la Scuderia , en un campeonato en el que BAR-Honda --segundo por constructores-- y Jenson Button --tercero por pilotos-- fueron la revelación y en el que Renault confirmó su avance.

La escudería que dirige Flavio Briatore acabó tercera y Alonso, a sus 23 años, dio dos pasos más en su afán de convertirse en campeón mundial. El año pasado acabó sexto y éste fue cuarto, después de subir cuatro veces al podio --fue segundo, con pole en Magny Cours; y tercero en Melbourne, Hockenheim y Hungría.

Por eso, se llevó una ovación de gala de todo el equipo a su llegada al motorhome de Renault y fue, junto a un emocionadísimo Montoya, el piloto que más motivos de celebración tuvo ayer en Interlagos. Alonso brilla fuerte. España puede seguir soñando.