Las selecciones de España y Brasil de fútbol sala disputan hoy en el WiZink Center de Madrid el segundo de los dos amistosos entre ambas en tres días, tras las tablas que firmaron el domingo en Cáceres (2-2), en un duelo donde los españoles se pusieron 2-0 por delante ante más de 5.000 personas en el Multiusos, pero que los brasileños fueron capaces de igualar en los minutos finales.

La primera cita sirvió a unos y otros para estudiar al rival y ajustar piezas de cara a un choque, este segundo, en el que esperan demostrar sobre la pista todo lo aprendido.

Brasil es la única selección del mundo que tiene un balance favorable contra España al haber logrado quince triunfos, por ocho derrotas y seis empates, con 106 goles a favor y 82 en contra.

«El partido de mañana [por hoy]se acerca muchísimo a lo que es una gran final de un gran torneo por el ambiente que va a haber, por la calidad de los jugadores, por la intensidad y por la igualdad que esperamos en la pista», afirma Fede Vidal, el seleccionador español.

Marquinhos Xavier, entrenador de Brasil, destaca que el partido del domingo en Cáceres «demostró lo que mucha gente ya sabía, que España y Brasil tienen características muy propias. Cada una tiene su cultura de juego, su forma de establecer una rutina durante el partido. Pero demostraron ser equipos que buscan siempre otro nivel, lo mejor».

Fede Vidal asegura sobre el partido en tierras extremeñas que era importante por saber el nivel de preparación «en el que estamos; dimos una grandísima imagen, estos son los partidos que llevan al límite a los jugadores y a los equipos, que nos hacen mejorar como conjunto. A nivel individual los jugadores agradecen muchísimo porque son una buena fuente de experiencia para ellos de cara al futuro».

Por otro lado, destacó la figura del brasileño Pito como ese hombre al que querría tener en su equipo: «En Cáceres fue determinante. Es difícil quitárselo a la otra selección y ponerlo en la tuya, pero sí que lo quitaría de Brasil como mínimo».