Se nos fue un fin de semana en el que, afortunadamente, las noticias positivas han vuelto a ganar a las negativas en el balance global. Y entre las primeras hay una que para muchos tiene mucho mérito, por lo menos para quien esto suscribe. Y es que el éxito va mucho más allá que un simple triunfo deportivo. Sí, las chicas del CV Arroyo, club heredero del antológico germen voleibolístico que sigue suponiendo el colegio Nuestra Señora de la luz, han logrado la proeza de permanecer en la Primera División, justo el día siguiente de conseguirlo la AD Cáceres. Ayer se vivió una auténtica fiesta en la localidad cacereña, con un público que celebró por todo lo alto la hazaña de las jóvenes arroyanas. Seguir un año más en la categoría es, insisto, un logro importante para este modesto. Y sobre modestos y valoraciones: la pasada fue la semana de las subvenciones para los más significativos clubs de Cáceres. Informativamente, todo un descubrimiento; políticamente, todo un descalabro.