Feliz cumpleaños. 25 años y la sexta final en París. El mejor regalo que Rafael Nadal, posiblemente uno de los mejores de su vida se lo ganó ayer en París al vencer en la semifinal a Andy Murray por Andy Murray por 6-4, 7-5 y 6-4. Durante 3 horas y 17 minutos estuvo luchando para conseguirlo. "Es lo que más deseaba, volver a estar en la final. Eso es fantástico para mí", decía feliz, aún con el chándal, sentado en los estudios de televisión de France 2 que están bajo el palco de la central y tras recibir un DVD con sus cinco finales anteriores en Roland Garros.

No sería el único que recibiría. la organización del torneo le regaló un pastel y le cantaron el "happy birthday", mientras en la Philippe Chatrier, Roger Federer se reservaba el mejor regalo tres horas y media después para darle otra alegría. Ganar a Novak Djokovic por 7-6 (7-5), 6-3, 3-6 y 7-6 (7-). "¿No es el cumpleaños de Rafa hoy?", preguntó sonriente el suizo tras su victoria. "Creo que le he dado un buen regalo al ganar a Novak, que le había derrotado en las cuatro anteriores finales".

TODO EN SUS MANOS Nadal se lo agradecerá seguro. Pero antes se lo había ganado el número 1 que ahora está en sus manos aún. Si gana el título podrá mantenerlo el próximo lunes. Y tiene ganas de hacerlo. "Ahora juego para ganar, no pienso en el número 1, ni en superar el récord de Bjorn Borg, para mí lo importante es ganar este título" valoró Nadal antes de conocer la derrota de Djokovic.

En la pista había demostrado que su actitud ya era otra. Y Murray lo sufrió y aunque se apuntó el primer juego los cinco siguientes cayeron del lado del número 1. Nadal rompió el servicio del escocés dos veces seguidas y defendió sus saques con la convicción de que en ello le iba el partido. En el cuarto salvó los tres primeros break points en contra que tuvo (acabaría salvando 15 en todo el partido) en un juego que se alargó 13 minutos.

Una batalla desde el fondo de la pista, un pulso entre el revés cruzado de Murray y la derecha de Nadal, un partido intenso, con largos intercambios y distintas posibilidades en cada set para decantarse de un lado u otro. "He salvado puntos importantes con mi saque, el viento complicaba aún más la situación y quizás he tomado riesgo de jugar más recto y plano", decía Nadal para explicar como Murray logró recortar esa ventaja para romper el servicio de Nadal por primera vez en el octavo juego y disponer de otros dos break points que le hubieran dado la igualdad 5-5. No lo consiguió y Nadal se apuntó la manga en 62 minutos. El primer paso estaba ya absolutamente dado.