Edison Bravo, corredor chileno del Bicicletas Rodríguez Extremadura, se ha hecho con los premios de la montaña y metas volantes en la LXXXI Clásica Loinaz, disputada en la localidad guipuzcoana de Beasain.

A las 9.30 de ayer se daba la salida de esta mítica prueba del calendario élite y sub-23. Siete pasos de montaña y más de 146 kilómetros por recorrer. Pronto se formaría una escapada de cinco corredores en la que se metió Manuel Jiménez, pasando en primer lugar por las dos primeras metas volantes de la jornada, premio que a la postre se llevaría Edison Bravo con los mismo puntos y mejor clasificación en la etapa.

Después de más de 60 kilómetros en fuga, los escapados fueron neutralizados por el gran pelotón, para comenzar la parte más dura de la carrera agrupados. Tres puertos de tercera categoría consecutivos destrozaron el grupo, donde Bravo consiguió escaparse para llegar a tener un minuto de ventaja sobre sus perseguidores.

A los pocos kilómetros, primero un hombre del Coluer y después un grupo de siete corredores contactaron con el chileno para afrontar las últimas dos cotas de la jornada en un grupo de nueve ciclistas que se jugarían la victoria final.

En meta el corredor más rápido fue el exprofesional Jordi Simon, del Bicicletas Coluer, Siendo Edison Bravo el ganador de la montaña y de las metas volantes.