Por aquí hay alguien que ya está oliendo la sangre viendo que la vuelta al trabajo puede estar cada vez más cerca y lo que al principio eran una «meras tablitas» para mantener la forma (por cierto, bastante cañeras) se han convertido de la noche a la mañana en unas rutinas matadoras para las próximas dos semanas, dignas del mismísimo Rocky Balboa. Vamos: una pretemporada real.

Os escribo reventado, deseando descargar toda mi ira contra el «Doctor Hellín», justo después de haber acabado el segundo día de entrenamiento, eso sí, por supuesto, aprovechando la posibilidad de salir a la calle para entrenar. Como bien sabéis el lunes no podía dejar escapar la oportunidad de reencontrarme con mi querida parte antigua, aunque costara sangre, sudor y lágrimas. Bueno, sangre y lágrimas no, pero sudor sí. Mucho sudor.

Realmente no he parado durante el confinamiento. Lógicamente todo lo que hagas en casa puede ayudarte en la vuelta, pero nada equiparable a realizar deporte al aire libre con dimensiones mayores te abre mucho más el abanico de posibilidades para entrenar. ¡Tened mucho cuidado, por favor! Yo estoy acostumbrado a entrenar mucho, y aun así hoy tengo agujetas y pequeñas molestias. Entended que después de 50 días en casa es normal…

Las pretemporadas con Mario Hellín, nuestro preparador físico, siempre empiezan en el mismo punto de reunión, el parque del Príncipe, pero por la entrada de Aguas Vivas. Allí realizamos la primera toma de contacto seria. Este año me quedé sin batería en el coche cuando estaba saliendo de casa. Tuvo que ser el propio Mario quien vino a recogerme. A veces chico para todo también, porque en el club hay veces que todos hacemos de todo y arrimamos el hombro.

Mario siempre está dispuesto. Incluso convenció a Alberto y Sandra, los ‘fisios’ de Salubriá, para hacernos hueco cada vez que lo necesitáramos en su clínica, donde nos tratan siempre superbien. Allí también trabaja nuestro fisioterapeuta Dani.

Menos mal que suelo salir con tiempo y llegamos bien de hora, que si me hubiera retrasado un poco tendría que haber pagado la primera multa de la temporada. Menudo ejemplo ‘el Capi’ llegando tarde el primer día…

Tras meternos en la piel de Usain Bolt, y hacer series y más series por alrededor de hora y media, además de prevención y abdominales, como postre y colofón nos vamos a la «Chris Page Hill», o comúnmente conocida como Cerro Otero o Sierra del Lobo, donde nos apostamos una tarde libre o quitar una sesión para el que sea capaz de subirla corriendo… Solo lo ha logrado Zigymantas Riauka. Llamamos «Chris Page» a la subida porque es un jugador que estuvo aquí solo unos días en 2016 y para picar a Mario le decimos que fue culpa suya, que no aguantó sus entrenos y lo hundió desde ese momento de la montaña.

Hay que ver el contexto. En un vestuario somos como una familia y estamos constantemente picándonos, pero cuando vemos que alguien está más alicaído, no le están saliendo bien las cosas o simplemente no le gustan las bromas, lo zanjamos rápidamente y nos unimos más aún.

#YoMeQuedoEnCasa.