Hubo un tiempo, hace muchas décadas, que los británicos eran los amos del motociclismo. Ahora lo siguen siendo, pero de las carreras de motos clásicas, de viejos rockeros y abuelos de cuero. Ahora manda el Mediterráneo aunque, de vez en cuando, cuando el Mundial se pone en modo british , es decir, nubes, niebla, lluvia, chirimiri, pista mojada, les sale el campeón que llevan dentro. Porque, además, en esas condiciones no cuenta tener la mejor moto, ni siquiera una pata negra. No, ahí cuenta el acierto en la elección de las gomas, la determinación, la apuesta, no tener nada que perder y mucho que ganar, entrar en la historia.

Eso ocurrió ayer, en Brno, donde, en efecto, después de dos días de sol, apareció el diluvio y, ante 82.066 espectadores, valientes y fieles, dos británicos, uno jovencito, de 22 años, de nombre Johan McPhee (eso sí, con una moto franesa ¡que ya es!, una Peugeot) y otro veterano, el gracioso del paddock , Cal Crutchlow, de 30 años, hicieron que sonase ¡dos veces, dos! el Dios salve a la Reina .

NO ES PARA TANTO Crutchlow, que lleva el número 35 y pilota una Honda satélite, rompió un montón de barreras. A él, todo eso le da igual. "Yo creía que esto de ganar tu primera carrera en el Mundial, iba a ser la repera, una sensación única, pero no, no lo ha sido. ¿Por qué?, ¡ah, amigos!, porque hace tres semanas fui padre por vez primera. Luzy trajo al mundo a Willow ¡y eso sí fue un subidón! ¡Va por ti, pequeña y linda Willow!" Pues, mira, Cal, hacia 35 años (tu dorsal) que Inglaterra no ganaba en la categoría reina. El último fue el ser más querido de todos: Barry Sheene, en Suecia-1981. Casi nada. De ello hace ya 30 años. Y, luego, vienes tú.

Crutchlow ha sido el tercer no magnífico de esta temporada que se ha subido a lo más alto del podio. Para que se hagan una idea de lo que está siendo este Mundial, que lidera Marc Márquez con la peor Honda de los últimos 25 años, les contaré que antes de que el australiano Jack Miller (Honda, Assen), el italiano Andrea Iannone (Ducati, Austria) y el amigo Crutchlow (Honda, Brno) ganasen, los magníficos (Márquez, Rossi, Lorenzo y Pedrosa) habían ganado los 62 grandes premios anteriores. Y Crutchlow, campeón de Supersport con Yamaha en 2008, se ha coronado convirtiendo en victoria su décimo podio en 98 carreras en total.

"Cal es todo corazón y el ejemplo de los tiempos que corren: no todo el mundo nace con una flor en el culo, no todo el mundo puede tener una moto pata negra para gana", dijo Oscar Haro, coordinador del equipo de Crutchlow, mientras se volvía loco de alegría porque ésta es, también, la primera victoria del team de Lucio Cecchinello. "Cal acaba de demostrar que con trabajo, coraje, sentimiento y determinación también se llega a lo más alto del podio. El sábado se estrelló, su moto voló ocho metros y nosotros necesitamos 16 horas para reconstruirla. Cal ha salido con miedo a que no estuviese bien y ha ganado. No tiene el talento de otros, cierto, pero es puro corazón".

LA APUESTA DURA ¿Que cómo ganó Crutchlow? Llovía, la pista estaba mojada y fue el único que montó dos neumáticos duros. Esperó y ganó. Como en su vida. Las Ducati, que volaron en el inicio en manada (Andrea Dovizioso, Andrea Iannone, Scott Redding y Héctor Barberá) llevaban blandos y se hundieron a mitad de carrera. Valentino Rossi (Yamaha) puso duro detrás, esperó y remontó hasta la segunda plaza. Camino del título, Marc Márquez (Honda) puso blando-blando "porque creí que, faltando diez vueltas, podría hacer lo de Alemania: entrar, coger la moto de seco y ganarles... pero no". Y, haciendo equilibrios, fue tercero. ¿Y Jorge Lorenzo?, se le desprendió, así, como lo leen, un trozo de neumático delantero. Y perdió, claro.