Tras cinco campañas consecutivas en el Jerez y tras varias etapas, el técnico del Valle de Santa Ana afrontó su primer domingo sin sentarse en el banquillo. «De momento estoy muy tranquilo, lo llevo mejor de lo que pensaba», expresa. Charlar con José Antonio Vázquez Bermejo (Valle de Santa Ana, 1956) es hablar de puro fútbol. Casi sin quererlo, te va ganando con su trato directo y sincero. Te va enganchando cual novela de intriga. El pasado domingo, no hubo fútbol para este curtido entrenador. No dirigió desde la banda, con su chaqueta de sport clásica. En definitiva, la Tercera fue menos Tercera.

«De momento estoy muy tranquilo, lo llevo mejor de lo que pensaba. Voy al trabajo, a mi casa, luego al campo y estoy feliz así. Es verdad que este ha sido mi mundo durante muchísimos años, me gusta y supongo que volveré, porque un entrenador no se retira nunca. Iré cada domingo a ver un partido y estoy disfrutando de algo que no hacía desde hace un montón de años», confiesa el técnico.

Como un lunes sin pereza, así de raro es mirar al banquillo templario y no encontrar la figura de Vázquez Bermejo. No obstante, la idea ya le rondaba la cabeza. «El año pasado, en principio, no iba a entrenar. Se dieron unas circunstancias que hicieron que continuase un año más. Fundamentalmente, la presión que ejercieron algunos jugadores sobre mí. Todo el mundo sabía que era mi última temporada en Jerez», confiesa.

A pesar de los problemas, fue un año fantástico para Bermejo. «Para mí fue la mejor temporada de mi vida. Y he entrenado en Segunda B, he ganado títulos de Tercera, pero la del año pasado fue la mejor. Tuvimos muchísimos problemas y así y todo quedamos sextos. Tiene mucho mérito lo que hicimos», relata.

Truco y vanguardia

Y como un buen mago, enseña sus cartas y revela el truco. «No debo ser yo quien diga cuál es el secreto. Llevo cinco playoff seguidos, porque el año que estuve en Zafra también. Quizá deberíais hablar de ello vosotros y no yo. Claro que tendré parte de culpa cuando estando en el Díter hemos jugado liguilla y luego cuando me vengo a Jerez, fue el Jerez es quien la jugó», indica.

Vázquez Bermejo no odia el fútbol moderno, aunque reconoce la dureza de antaño. «El fútbol es el mismo el de ahora que el de hace muchos años. Quizás, con estos jugadores que he contado últimamente en Jerez he tenido que jugar de una forma más parecida a cómo se jugaba antes. Y quizá, cuando estaba en Segunda B hacía un fútbol más actual».

No obstante, presume de haber conseguido mantener al Jerez en Segunda B seis campañas consecutivas. Gloriosos años pasados. «En aquella época era complicado mantenerse. Segunda B no era cómo la de ahora. Era más fuerte. Y nosotros fuimos el único equipo extremeño que se mantenía, nunca bajamos», comenta.

Al mismo tiempo, si se expresa con vehemencia al hablar de la nueva hornada de entrenadores. «Ahora lo que se habla en el fútbol son muchísimas tonterías. Hay muchísimos entrenadores, o personas que se sienten entrenadores, hablando tonterías que la gente se cree. No existe ninguna metodología, tan solo hay que sacar el máximo rendimiento posible al equipo en función de los jugadores que se tengan», manifiesta.

Clásico y futuro

Y, a pesar de que no tiene nada contra el fútbol actual, tampoco apuesta por adentrarse en la jungla de las redes sociales. Vázquez Bermejo es clásico y eficaz. «No tengo redes sociales, ni Facebook, ni Twitter. Tengo teléfono y porque mi mujer casi me obliga a tenerlo. No me gusta mucho ese tema», confiesa. Huye de pantallas y portadas.

En ocasiones, y a juzgar por declaraciones suyas, pareciese que Vázquez Bermejo no fuese amigo de la prensa. Algo que desmiente. «Soy amigo de todo el mundo, pero no soy de estos a los que les gusta salir en la prensa. Me gusta más que me quieran mis jugadores antes que la prensa, pero eso no quiere decir que me lleve mal con vosotros», afirma entre risas.

Quizá pronto vuelva a desempolvar su pizarra. Él no cierra puertas. «Un entrenador no se retira nunca. He tenido contactos cuando acabó la temporada, pero tampoco tenía muchas ganas. Si algún equipo me llama y no está muy lejos, porque no tengo la espalda para muchos viajes, y me interesase, no tendría ningún problema en volver», expresa. El tiempo lo dirá. Él ahí está. Eterno.