El blanco fue el color dominante en la gala de la UEFA en Mónaco, donde cinco de los premios a los mejores de la pasada temporada fueron para madridistas y donde el portugués Cristiano Ronaldo fue el gran ausente pese a repetir como mejor delantero.

Keylor Navas (portero), Sergio Ramos (defensa) y Luka Modric (centrocampista), éste por partida doble ya que recogió también el de mejor jugador, desfilaron por este orden por el escenario del Forum Grimaldi para recoger sus galardones.

Frente al hueco vacío reservado para su excompañero Cristiano, ahora jugador del Juvenus, los tres recibieron sus distinciones que acreditan el éxito inolvidable de su equipo, ganador de su decimotercera Liga de Campeones y la tercera seguida.

Tanto Keylor Navas como Sergio Ramos, que repitió como mejor defensa igual que el año pasado, utilizaron el término familia para definir a una plantilla que ha hecho historia y que se conjura para intentar repetir en su competición fetiche.

Modric se llevó la doble y sonora ovación por hacerse con el reconocimiento como el mejor centrocampista y después con el de mejor jugador tras un año en el que además de la Champions fue subcampeón del mundo con Croacia y Balón de Oro del Mundial de Rusia.

A su lado, el egipcio Mohamed Salah hizo gala de deportividad pese a irse de vacío con dos nominaciones, mejor jugador y mejor delantero, y fue el primero en felicitarle. Junto a ellos estaba el asiento vacío reservado a Cristiano Ronaldo, premiado como mejor delantero, máximo goleador de la Champions (15) y nominado también a repetir como mejor jugador.