DON FRIO CACERES 48: Estela Ferrer (6), Lorena Vela (-), Roselí do Carmo (14), Davinia Domínguez (5), Meritxel Salvador (2) --cinco inicial-- Montenegro (3), Maribel López (4), Esmeralda Galán (6), María Blanco (-) y Benedí (8).

OLIS SOLLER 72: Marie Vicente (18), Gallego (2), Papailia (16), Da Silva (16), Raquel Sánchez (14) --cinco inicial-- Elena García (4) y Pérez (2).

MARCADOR POR CUARTOS: 13-16, 25-37 (descanso), 35-57 y 48-72 (final).

ARBITROS: Garmendia y Martínez. Sin eliminadas.

INCIDENCIAS: Tercer y definitivo partido de play-off de ascenso a Liga Femenina.

Falló cuando menos debía hacerlo. El Don Frío Cáceres realizó el peor partido de toda la temporada y se despidió así del sueño de codearse con los mejores equipos de baloncesto femenino la próxima temporada. La derrota ante el Olis Sóller ayer fue más que justa, ya que las baleares plantearon un encuentro muy serio tanto defensiva como ofensivamente. El conjunto naranja fue una caricatura del sólido equipo que ha demostrado ser a lo largo de toda la temporada. El 48-72 con el que acabó el enfrentamiento de ayer no puede empañar una campaña que debe escribirse con letras de oro para el club cacereño.

El Don Frío estuvo espeso, lento y sin ideas para romper la defensa zonal que poco a poco asfixió la ilusión cacereña. Las mallorquinas mantuvieron la concentración en todo momento y no permitieron que las locales se metieran nunca en la pugna.

SIEMPRE POR DETRAS

Tras el salto inicial pronto comenzaron a dibujarse las primeras ventajas visitantes, marcadas por la excelente dirección de la base Marie Vicente. Fue la maxima anotadora del encuentro con 18 puntos y marcó con inteligencia el ritmo que más le interesaba a su equipo en cada momento.

Al final del primer cuarto se alcanzó con un 13-16 que todavía no llegaba a ser alarmante. Marie Vicente obtuvo seis puntos prácticamente consecutivos en el arranque del segundo periodo y el electrónico ya reflejaba un peligrosísimo 15-26.

Lejos de conseguir soluciones a la ofuscación en ataque, el Don Frío no encontraba posiciones cómodas para lanzar a canasta y se siguió hundiendo con lanzamientos a veces disparatados. Las numerosas pérdidas de balón (24 en total) contribuían a la ofuscación (25-37, al descanso).

En la reanudación, el equipo de Juan Luis Martín se exigía reaccionar cuanto antes para no morir definitivamente, pero la presión y los nervios acabaron por triturar la ilusión local. El ímpetu del Don Frío se estrellaba contra la red tejida en defensa por el Sóller y las torres cacereñas no pudieron hacer el mismo daño que el pasado viernes. El 48-72 no fue tenido en cuenta por los aficionados, que ovacionaron al final a sus jugadoras por la gran temporada brindada.