César Andrade, del Atletismo Almaraz, club para el que corre actualmente Cristina Jordán, hace el diagnóstico: "Además de una gran atleta, es una chica con la cabeza muy bien amueblada y eso es, si me apuras, hasta más importante que tener buenas piernas. Así que lo tiene todo para llegar a ser, con el permiso de Sonia Bejarano y Tere Urbina, la próxima atleta olímpica de Extremadura... ójala en Londres, aunque lo más natural sería para el 2016".

Otro técnico, Antonio Fuentes (Cyopsa Sisocia), habla con conocimiento de causa de su descubrimiento , Javier Cienfuegos. "Cada vez tenemos menos palabras para poder expresar la grandeza de este atleta, que pulveriza todo lo habido y posiblemente por haber en la historia de los lanzamientos del martillo personal. ¿Saldrá algún día un lanzador tan completo como él, para esta disciplina tan difícil?".

En ambos casos, una coincidencia: los dos acumulan elogios hacia lo personal. Cristina Jordán, por ejemplo, casi causa un conflicto entre las federaciones española y extremeña por no haber sido seleccionada como número uno en razón a su condición de excelente estudiante de Medicina y atleta con mejor palmarés. Se eligió a otra, pero a la casareña no le importan en exceso, de momento, detalles de este tipo.

"Me duele todo hoy", decía ayer Jordán tras su espectacular carrera del domingo en Albacete. Sin embargo, a las ocho de la mañana estaba en la facultad. Algo parecido le ocurría a Cienfuegos, para quien estudiar Fisioterapia es, asume, "bastante más difícil" que lanzar el martillo muy lejos.

El cacereño José Ignacio Fernández, habitual jefe de expedición de la selección española de cross, es cauto sobre el futuro, pero, como el resto, también cree en los dos cracks del atletismo extremeño.