Uno, veloz y hábil en el desmarque, mide 1,75 y pesa 68 kilos; el otro, fuerte y letal en el remate, se va a los 1,88 metros y 79 kilos. David Villa, nacido en Tuilla, y Roman Pavlyuchenko, de Stavropol, serán hoy las referencias ofensivas de España y Rusia. Ambos nacieron en diciembre de 1981. Es lo único que comparten. Eso y su estrecha relación con el gol. El asturiano lleva cuatro tantos, uno más que su oponente de hoy.

El punta del Spartak de Moscú ejemplifica el progreso de su selección. En los primeros días de la concentración era habitual ver a Hiddink y Korneiev detener los entrenamientos para soltarle una bronca al delantero, un ariete con recursos pero proclive a desaparecer del partido. "Es un superclase, pero un poco vago", coinciden los técnicos. Esa falta de sacrificio ha sabido pulirla Hiddink. Ahora, además de rematar todo lo que se mueve en el área, es el primero que presiona. Marchena y Puyol ya se doctoraron ante Luca Toni. Hoy deberán multiplicarse para frenar al gigante ruso, que tumbó a Inglaterra en la fase de clasificación y abrió el camino del triunfo ante Holanda.