«Es importante empezar ganando. Nos tocó jugar en un campo difícil y contra un equipo fuerte, por lo que estamos muy contentos con el resultado, sobre todo con el papel de los jugadores en la segunda parte». Lo dice José María Tapia, presidente del Villanovense. «El partido fue mejor de lo que se esperaba ya que tuvimos mucho acierto de cara a portería», comenta Alfonso Abreu, su homólogo en el Diocesano. Son dos clubs muy felices después de vencer por un idéntico 1-4 respectivamente a Valdivia y Olivenza, lo que les convierte en colíderes del grupo XIV de Tercera.

Serones y cacereños han tenido un comienzo inspirado, el mejor que se puede soñar después de varias semanas de pretemporada y alguna que otra incertidumbre. ‘Villano’ y ‘Dioce’ parten en la parrilla de salida, al menos en teoría, con distintos objetivos: unos están señalados para estar arriba después de un descenso desde Segunda B que resultó muy doloroso; otros quieren la permanencia lo antes posible integrando lo antes posible las numerosas caras nuevas que tiene en su plantilla.

«Faltan cosas por mejorar, pero estoy satisfecho con lo que tenemos», confiesa Tapia, que lanza sin embargo un mensaje de prudencia. Por lo que se ve, le da auténtica alergia la etiqueta de favorito que se la ha dado junto con el Cacereño. «Nuestro principal objetivo es ganar semana a semana. Lo importante es cómo quedemos en mayo. No hay nada claro por ahora y vamos a jugar con humildad. Y es que somos un equipo más de Tercera», sostiene el presidente del Villanovense. Tener que remontar en Valdivia el 1-0 inicial fue una advertencia, por mucho que luego la victoria de los de Pepe Masegosa fuese holgada.

Probablemente, el 1-4 de Olivenza ha sabido incluso mejor en Cáceres. El Diocesano estrenaba técnico, un Adolfo Senso que ha manejado los hilos de ‘la casa’ tras años dirigiendo al equipo juvenil de la División de Honor. Y muchos futbolistas que han sido fundamentales se marcharon este verano, pero se firmó a otros que pueden terminar siendo un relevo competitivo.

«Confiamos en nuestros jugadores. Contamos con una plantilla joven y rápida», destaca Abreu. «Al principio se complicó todo con las salidas, pero nos lo hemos tomado con paciencia y el nuevo entrenador ha conseguido formar el equipo, que ha respondido bastante bien en este primer encuentro», añade. Según cuenta, «todavía queda un fichaje más por lo menos». Un buen resultado para empezar puede terminar siendo engañoso a la larga y lo mejor, afirma, es mantenerse muy atento a lo que pueda ofrecer el mercado.

En Olivenza, marcar dos goles en los primeros 20 minutos otorgó la suficiente tranquilidad para manejar el resto del choque con solvencia.

Nuevo comienzo

El Villanovense intenta pasar página cuanto antes de lo sucedido en la 2018-19, cuando una titubeante campaña terminó con los huesos del equipo en Tercera. Tapia no se corta cuando se le pregunta, con distancia, qué pudo pasar. Habla de «falta de compromiso» por parte del equipo para resumir lo sucedido. «Teníamos plantilla suficiente para competir en Segunda B», opina. Pero eso ya queda atrás y ahora lo importante es «conseguir mantenernos en este nivel, ganando todos los puntos que podamos». Y la calma, que no se pierda nunca: «Este ha sido solo el primer partido», proclama.

Tras disfrutar de este gran comienzo, ya se centran en la próxima jornada, en la que jugarán a la misma hora: el domingo a las 19.00 horas. El Diocesano recibirá al Extremadura B, tercero en discordia en la clasificación tras su 3-0 a Llerenense y que también dejó excelentes sensaciones en el estreno. Por su parte, el Villanovense espera un «rival fuerte», asegura Tapia: el Olivenza.