Mientras en el seno de la plantilla del Plasencia preparan a conciencia el decisivo choque de mañana contra el Farho Gijón, en las filas del Calpe, su rival por eludir en esta última jornada el puesto de descenso directo a LEB 2, las aguas no corren tranquilas. Dos de sus jugadores norteamericanos, Michael Haynes y Brandon Amstrong, dejaron el lunes de entrenar y pueden no disputar el partido frente a La Palma si no cobran el dinero que se les debe.

De esta forma el conjunto alicantino suma un nuevo obstáculo en su carrera particular por la salvación. Empatado a victorias y derrotas con los placentinos, se arriesgan a disputar el encuentro de mañana sin su máximo anotador, Haynes (439 puntos en 32 partidos), y sin uno de sus hombres de referencia en el perímetro, Armstrong (un 42% de acierto en triples). Además, tendrán en frente a un equipo que no se juega nada pero que pasa por ser uno de los clubs más en forma del momento.

Aunque la directiva del Calpe espera poder solucionar este contratiempo, en el entorno temen que el retraso de un mes en el salario de los jugadores pueda hacer mella en su rendimiento. En todo caso, el Plasencia puede resultar el gran beneficiado de este clima de incertidumbre.