1-Cacereño: René, Palero, Tomás, Gonzalo, Diego; Lolo, Santi Amaro (min. 78, Curro), Santi Villa, Jaraiz; Mena (min. 73, Pedro) y Alex.

1-Sevilla Atlético: Julián, Morales, Samu, Atienza, Israel (min. 71, Jazabed), Jairo (min. 72, Alberto), Hugo (min. 86, Alejandro), Luis Alberto, Deivid, Salva Rivas e Hiroshi.

Goles: 1-0-Min. 57: Alex. 1-1-Min. 72: Hiroshi.

Arbitro: Francisco Rivera García (Comité Castellano-Leonés). Muy mal asistido, especialmente en la señalización de los fueras de juego. Mostró tarjeta roja directa al jugador visitante Morales (min. 88). Además, amarillas al local Mena y a los visitantes Israel, Luis Alberto, Salva Rivas e Hiroshi.

Incidencias: Alrededor de 2.000 espectadores en el estadio Príncipe Felipe. Presentación de los equipos de cantera.

Todo un dispendio el del Cacereño ayer. Dilapidar dos puntos es pecado mortal en la equilibrada Segunda División B. El 1-1 del Sevilla Atlético en el Príncipe Felipe suena a resultado normal, pero solamente la anormalidad futbolística condujo al filial hispalense a un pequeño éxito que en absoluto mereció.

Tuvo el Cacereño el balón durante tres cuartas partes del partido, con ratos de un juego preciosista que enganchó a la grada. Pero desaprovechó ocasiones que le costaron el triunfo. Como la que tuvo de inicio Santi Amaro, que dispuso de la menos complicada de anotar. Un penalti cometido sobre el estilista centrocampista montijano fue desaprovechado por éste, que lanzó fuera (min. 3).

El grupo de Pedro Pablo Braojos, lejos de derrumbarse, tiró del manual del buen fútbol en este primer tiempo. Movió el balón con criterio y se asoció bien en mediocampo. En contra de lo que después aseguró el técnico, sí se notó la ausencia de la verticalidad del lesionado Israel, puede que el jugador del Cacereño que mejor lo esté haciendo en lo que va de campeonato, al menos en amenaza ofensiva. Jaraíz, situado ayer en el puesto de centrocampista-extremo, bulle y percute por su banda, pero carece de la habilidad de Israel.

El Sevilla Atlético, con futbolistas de seda como Luis Alberto, tuvo su opción tras remate en escorzo de Hiroshi (min. 14), pero fue el Cacereño el que más dominó siempre. Jaraíz también la tuvo, al igual que Alex, pero el asistente de Tribuna, nefasto durante toda la mañana, cortó la jugada de gol por interpretar un fuera de juego que solo vio él. René hizo un paradón soberbio a tiro de Salva Rico, otro de los filigraneros hispalenses (min. 40).

El Cacereño salió en el segundo acto con ganas de morder. Tuvo su premio el omnipresente Alex, que cruzó a la red un balón de rechace de la sorprendida defensa andaluza.

PRECIOSISMO

Llegaron entonces los mejores minutos del equipo en la temporada, pese al cansancio de Mena y con un Santi Villa desequilibrante en banda izquierda. Tocó y tocó el equipo verde hasta practicar un fútbol de salón, especialmente de la mano de Santi Amaro. Se gustó el equipo con la combinación, los cambios de juego y el control absoluto del campo.

Aquello estaba tan claro que, como suele suceder, en el momento de más brillantez, llegó el empate, en el que se unieron la mala suerte, la descoordinación defensiva y puede que el error arbitral. Hitashi se benefició del choque entre René y Gonzalo en la búsqueda de un balón profundo y llegó el 1-1. Fue un tanto de lo más absurdo que costó dos puntos a un Cacereño para el que casi todas las lecturas son positivas, excepto quizá la más importante: la frustración que da ser mejor, pero no ganar.