Dos rachas encontradas, dos estadísticas yuxtapuestas para la reedición de un clásico del fútbol extremeño. El Cacereño visita esta tarde (17.00 horas) el Francisco de la Hera de Almendralejo, donde le aguarda un Extremadura que tiene la sana intención de seguir engordando sus registros de un pasado reciente. Y es que el conjunto de Cisqui suma ya una decena de jornadas sin conocer el amargo sabor de la derrota. En total, seis triunfos y cuatro empates que hacen que los azulgranas no pierdan desde el 27 de noviembre. Más de dos meses atrás, cayeron por última vez en Lanzarote ante el líder de la clasificación del grupo. Desde entonces, 22 puntos de 30 posibles, lo que en absoluto es botín desdeñable.

Tras la campanada en Fuerteventura ante el Pájara Playas, el conjunto almendralejense ha preparado el derbi con absoluta normalidad. Ni el técnico ni los jugadores han querido dispensar un tratamiento especial al duelo abrazando la filosofía de que cada choque es un reto complicado y difícil independientemente del rival y de las connotaciones que encierre el encuentro.

En los locales, Roberto Morales es baja por sanción. Su ausencia obligará a Cisqui a reajustar su esquema. Aunque tiene distintas opciones, en lo que ha venido trabajando es en la inclusión de un cada día más polivalente Angel Alcázar en la banda derecha del mediocampo, donde venía actuando en de Cuacos de Yuste, y repitiendo con Nandi en el lateral izquierdo. El resto del equipo dará fiel vigencia a lo que ha venido siendo norma habitual.

SIN ARIETES En el otro bando, el Cacereño intentará romper su línea negativa, que se ha traducido en tres derrotas consecutivas, todas ante equipos canarios. Sin embargo, sus precedentes ante conjuntos extremeños son mucho mejores y su única derrota en derbis se registra precisamente frente a los azulgranas (0-1).

Muchas novedades son las que presiden su actualidad. Las llegadas del joven Marcos Gallego y del argentino Mauricio casi sobre la campana que anunciaba el final del mercado invernal han incrementado la plantilla cacereña, muy necesitada de refuerzos, sobre todo tras la marcha de Enrique al Cádiz.

Sin embargo, durante esta semana se han incrementado los problemas físicos y son precisamente los dos delanteros natos, Joaquín y Diego Morgado, los que se han quedado fuera de la lista por distintas molestias. Tampoco está Santi, otro hombre de talante ofensivo, lo que obliga prácticamente al entrenador verde a situar al joven Rubén Guillén como nueve .