Nadie puede decir a ciencia cierta todavía si son buenos fichajes o dos pufos de esos a los que hay que quitarse de encima en plena temporada, pero de momento, a nivel personal, Dubravka Dacic y Pamela Rosanio triunfan con las sonrisas que regalan por doquier como nuevas jugadoras del Al-Qazeres. Algo es algo en esta época de preparación en la que hay que solidificar las ilusiones en la cancha, pero también fuera de ella. El estreno está cerca: mañana ante al Quesos El Pastor de Zamora en el Torneo Cáceres Patrimonio de la Humanidad (pabellón Serrano Macayo, 20.00 horas, gratis total).

Ambas mostraron ayer una simpatía extrema en su presentación oficial conjunta, batallando contra un calor al que no están muy acostumbradas a estas alturas. Dacic, a la que hay que llamar obligatoriamente Duby para evitar lo conflictivo de su nombre de pila, llevó la voz cantante, evidenciando que su dominio del español está muy avanzado después de sus experiencias en el Ros Casares --doblete liga-copa-- y el Cref de Madrid, esta última la pasada temporada.

"Solo llevamos aquí una semana y estamos trabajando muy duro. Esta es una ciudad maravillosa. Me encantó lo que vi por el centro cuando di una vuelta hace unos días. En el club son muy amables, a disposición de lo que pidamos cada jugadora. Estoy muy feliz aquí y espero aportar mi experiencia para hacer buenas cosas", comentó la pívot, la jugadora más alta que haya pasado nunca por el club con sus impresionantes 2,01.

Nacida en Eslovenia pero nacionalizada italiana, posee un amplio recorrido a sus 31 años. "Soy un '5' puro, pero también tengo tiro desde fuera. Veo bien el baloncesto y quiero jugar mucho con mis compañeras. Tenemos mucho trabajo por delante, pero creo que vamos a crear una buena química dentro del equipo. Vamos a jugar bien", apuntó.

La italiana de Filadelfia

También posee el pasaporte italiano y ha sido internacional con ese país Pamela Rosanio. Pero Pam nació y creció en Filadelfia. Es una escolta de 1,78 y 29 años sobre la que también hay muchas expectativas, aunque hay que tener en cuenta que lleva un año sin jugar después de su paso por la liga sueca, que es donde ha desarrollado fundamentalmente su carrera. Imposible confundirla con su cabello rubio platino.

Sonriente al mismo nivel que Dacic, utilizó palabras muy similares al referirse a su rápida adaptación al club y a la ciudad. "Todo el mundo está siendo muy simpático con nosotras. Cáceres me parece muy bonita", resumió.

Será su primera vez en España en una competición que se supone más exigente que la de Suecia. "Para mí es todo un desafío estar aquí. Es una liga muy fuerte, con muy buenas jugadoras, pero creo que puedo hacerlo bien. Estoy mentalizada para ello", indicó.

Rosanio se definió sobre todo como "una anotadora" a la que le gusta "jugar con mucha energía" y hacerlo "a un ritmo rápido".