El Real Madrid trabaja en el final de mercado, en los últimos diez días hasta el cierre el 31 de agosto, en busca de una respuesta a las peticiones del técnico Julen Lopetegui y a la vez aligerar la plantilla con la salida de futbolistas.

Las oficinas del Santiago Bernabéu son punto de encuentro de representantes y operaciones que están en la recta final. Tras la salida de Martin Odegaard, que regresa de nuevo cedido a Holanda para recalar estar temporada en el Vitesse, el Real Madrid busca acomodo a más jugadores.

La portería es la demarcación donde Julen Lopetegui cuenta con más efectivos, hasta cinco guardametas, de los que solo pueden quedarse tres. Cuenta con dos de los considerados entre los mejores del mundo, Keylor Navas y el recién fichado Thibaut Courtois, y en función de lo que ocurra con Kiko Casilla se decidirá el resto.

Lopetegui charló con Casilla para hacerle ver el bajón de escalón tras el fichaje de Courtois. Sus representantes buscan un nuevo destino, lo que dejaría el papel de tercer portero a Andriy Lunin o Luca Zidane. En la casa blanca se medita la opción de que Lunin crezca cedido en un equipo español, mientras que Luca si sale sería para no regresar.