Uno de los duelos soñados del año se producirá este fin de semana de forma inesperada. El catalán Pedro Martínez de la Rosa, de 34 años, podría enfrentarse al asturiano Fernando Alonso, flamante líder del Mundial de F-1 tras su arrolladora victoria en Malasia, en el Gran Premio de Bahrain, que se disputará el domingo en el lujosísimo trazado de Sakhir.

De la Rosa, tercer piloto del equipo McLaren-Mercedes, tenía previsto confirmar definitivamente ayer de forma oficial si releva al Juan Pablo Montoya este fin de semana en uno de los monoplazas de la escudería de Ron Dennis, después de que los médicos del equipo británico hayan examinado al popular y fogoso piloto colombiano, víctima de una lesión en el hombro izquierdo, el pasado sábado, cuando jugaba a tenis en Madrid con su entrenador personal, Gerry Convey.

Reunión en Inglaterra

De la Rosa, al igual que ocurriera en los dos primeros grandes premios de la temporada, participará en los entrenamientos libres del viernes, en los que se ha convertido en gran protagonista, ya que en Australia logró el mejor tiempo y en Malasia fue segundo al final.

El piloto colombiano explicó que se había lesionado jugando a tenis y puso como testigo a su entrenador personal, pero ya hay quien cree que el piloto colombiano pudiera haber sufrido un accidente yendo en moto. La polémica sigue sin abandonar a este agresivo piloto al que el pasado año muchos acusaban, al igual que a Ronaldo, de estar demasiado gordo para la F-1.

Kolby salió ayer al paso de cualquier rumor y, al margen de asegurar que la decisión del equipo no se anunciaría hasta el próximo jueves en Bahrain, informó que: "Juan Pablo se resbaló, cayó en mala posición y se golpeó el hombro izquierdo. Es posible que el piloto tenga dañado algún músculo". Montoya es, de momento, tercero del Mundial con ocho puntos, ocho menos que el líder, Alonso.

Personas cercanas a De la Rosa, piloto de la confianza de Ron Dennis desde que lo contratara como probador para su escudería, estaban convencidas ayer de que el catalán tomaría parte en el gran premio de Bahrain. "Después de la llamada que recibió, el pasado domingo, anunciándole que existía la posibilidad, grande, de que ocupara el asiento de Montoya, Pedro está ilusionadísimo con la idea y si, finalmente, no se produce, se llevará el disgusto de su vida, seguro". Lo cierto es que habrá duelo español, salvo una sorpresa de última hora.