TAU VITORIA 78: (10+14+24+21+9) Bennett (18), Foirest (7), Nocioni (10), Gadou (11), Scola (14) -cinco inicial-, Calderón (10), Vidal (6), Hernández (-), Palladino (2) y Sims (-).

BARCELONA 84: (23+11+19+16+15) Rodríguez (5), Navarro (11), Bodiroga (10), Fucka (16), Dueñas (18) -cinco inicial-, Jasikevicius (17), Femerling (-) y De la Fuente (7).

ARBITROS: Betancor, Martín Bertrán y Requena. Excluyeron por personales a Palladino (m.39), Nocioni (m.45), Bennett (m.45), Scola (m.45), Dueñas (m.45).

INCIDENCIAS: Encuentro de la final de la Copa del Rey 2003.

Roberto Dueñas, impresionante en La Fonteta, y Sarunas Jasikevicius, decisivo en la prórroga que resolvió la final, regalaron el primer título español de su carrera a Dejan Bodiroga, que esta vez dejó el papel protagonista a los dos ejecutores de un épico Tau y, aun así, fue elegido el jugador más valioso.

El agotamiento de los dos finalistas no impidió ver una final de Copa enorme. El Tau lo acusó colectivamente y tuvo que dejarse la piel. El esfuerzo de la semifinal contra el Pamesa, sobre todo defensivo, le pasó la lógica factura. Las secuelas del Barcelona afectaron a casos muy particulares entre los que no estaba ni Dueñas ni el base báltico.

DUEÑAS MANDA

Sin encontrarse al cien por cien, Bodiroga pudo darse un respiro gracias a sus compañeros. Dueñas se apoderó de los cielos y desnudó al Tau. Su inacabable humanidad resultó infranqueable para los jugadores vitorianos, que al final del primer cuarto cargaban con trece puntos de desventaja y cuando veían al pívot azulgrana se les hacía de noche.

El internacional español daba huecos para los tiradores y eclipsaba la vida en las zonas. Con él en cancha, siete de los ocho jugadores utilizados por Pesic ya habían anotado en mayor o menor medida transcurridos ocho minutos. En ese mismo lapso de tiempo sólo dos jugadores del Tau habían visto aro (10-23 m.10). Los vascos parecían abocados a una derrota incontestable Hasta que Dueñas entró al banco, al término del primer cuarto. Fue marcharse el pívot madrileño y el Tau se subió a las barbas del Barcelona. Un parcial de 11-0 culminado con triple del villanovense José Manuel Calderón cambió la decoración de forma radical (21-23 m.13).

Dueñas regresó inmediatamente al parqué y el Barca, como ya había sucedido antes, frenó en secó a los chicos de Dusko Ivanoviv, que después de su vertiginosa entrada en faena encajaron un 3-11 en respuesta a lo que habían hecho y cerraron la primera mitad a diez de diferencia (24-34).

Era evidente que con el pívot en activo al Tau le iba a resultar imposible, pero la fortuna le tendió una mano. Dueñas cometió la tercera personal al principio del tercer corte y Pesic le puso a buen recaudo. El encuentro volvió a dar un vuelco.

MAXIMA EMOCION

Los vascos iniciaron la persecución del Barcelona movidos por su encomiable fuerza de voluntad. Una espléndida serie de Thierry Gadou puso el marcador en una baldosa (44-45), pero Juan Carlos Navarro apareció para alimentar la moral de su equipo con dos triples seguidos en la clausura del periodo (48-53).

Bodiroga seguía sin dar casi ninguna señal de vida. El Barcelona, sin embargo, mantenía la situación bajo control y sentía que lo peor ya había pasado. Ni mucho menos. Al Tau le acechaba la angustia. Aun así, no tiró la toalla en ningún momento.

Un par de triples de Elmer Bennett demostraron que el Tau lo podía lograr (58-57 m.35). El 69-69 que condujo a la prórroga, sudado gota a gota en un espeluznante intercambio de puntos hasta la bocina, confirmó lo que apuntaba el base de Evanstone.

La intensidad y la emoción eran dignas de una gran final, que es lo que fue el partido. Pero sólo podía ganar uno. Con menos de dos minutos por delante el título continuaba indefinido (74-75). Dueñas y Jasikevicius lo llevaron a Barcelona.