Hay veces en las que el dinero no lo puede todo. En el deporte de la canasta, el CAI Zaragoza parece ser el ejemplo más claro, al menos en el planeta LEB . El equipo maño, próximo rival del Cáceres 2016 y odiado en Plasencia desde que separó a los jerteños en la lucha por el ascenso hace unos meses, protagoniza esta semana otro cuadro sonrojante. Ha destituido a su entrenador, el reputado Oscar Quintana, y anoche ultimaba la contratación de su sustituto. Entre los candidatos, el exverdinegro Alfred Julbe... que recientemente no fue renovado tras perder el decisivo partido para subir al fin a la ACB ante el Granada.
No son los últimos toques extremeños en esta historia. Desde el mismo momento que se regeneró el histórico club maño, hace tres temporadas, ha habido una curiosa conexión con el baloncesto regional. Primero, con la oferta para comprar los derechos ACB del Cáceres, una negociación nunca aclarada y que no prosperó; luego, con la presencia de una figura clave a su organigrama: el exjugador Pepe Arcega, que se retiró con la camiseta cacereña.
Criticado
Pese a los altos presupuestos con los que ha contado en estos tres años, Arcega no ha conseguido ensamblar desde su puesto de director deportivo un proyecto ganador: ha fichado a cinco entrenadores y a decenas de jugadores, muchos de ellos de caché ACB. Ahora, Arcega está en el punto de mira de un sector de la afición aragonesa, que le culpa de gestionar mal los recursos que un patrocinador potente y una ciudad entregada han puesto en sus manos.
La última pirueta sería el regreso de Julbe al banquillo del que fue desalojado hace unos meses, pero anoche parecía perder enteros. Otros candidatos eran Pepe Rodríguez, Andreu Casadevall, Julio Lamas y Paco Olmos. También se prevén cambios en la plantilla: se fichará a un americano temporal hasta que Brent Scott, ahora en el Joventut, pueda sustituir al lesionado John Brown. Además, José Antonio Ferrer está lesionado y es duda para jugar el viernes ante un Cáceres 2016 que espera pescar en este Ebro tan revuelto.
