Escalador de pura cepa y tan bueno en las cumbres como fallón en las contrarrelojes. Así es Vladimir Efimkin, el nuevo líder de la Vuelta, el ciclista ruso que triunfó ayer en los famosos Lagos de Covadonga, cita de la primera llegada en alto de la ronda española, y otro descubrimiento en la factoría de José Miguel Echávarri y Eusebio Unzué.

Francis Lafargue es desde los memorables tiempos de Pedro Delgado, cuando nadie ponía en duda a los ciclistas, el relaciones públicas de la escuadra que dirigen los técnicos navarros; primero, Reynolds, luego Banesto y ahora Caisse d´´Epargne. Un buen amigo suyo ruso le informa de los jóvenes talentos que surgen en aquel país.

Y así, gracias al don del dinero, no resulta difícil convencerlos para que se unan al equipo en el que un día corrió Miguel Induráin, ahora Alejandro Valverde y quién sabe si no lo hará el año que viene Alberto Contador, con permiso de Johan Bruyneel, su director en el Discovery Channel, que decidirá pronto si acepta convertirse en mánager general del Astana, que hace limpieza tras los positivos de Vinokurov y Kashechkin.

Primero le tocó el turno a Denis Menchov. Inició la saga rusa del entonces Banesto. Luego llegó Vladimir Karpets y más tarde vino Efimkin. Su hermano gemelo, Alexander, ha corrido este año el Tour con el equipo británico del Barloworld, cuyo jefe de filas, el colombiano Juan Mauricio Soler, se impuso en la clasificación de la montaña. Vladimir, Alexander y la madre viven en una casa a orillas del lago Iseo, cerca de Bérgamo, en Italia. Los chicos tienen 25 años.

Vladimir es también un escalador a la vieja usanza. "Subiendo jamás pasa problemas, pero seguramente en la contrarreloj de Zaragoza perderá la ventaja lograda en los Lagos", aventuró Unzué. En febrero se partió la clavícula derecha y no pudo volver a competir hasta junio.

Fue entonces cuando estuvo a punto de ganar la Vuelta a Suiza. Llegó de líder a la contrarreloj final. En ese último día no anduvo fino. Perdió la primera plaza y el podio. Ha llegado muy fresco a la Vuelta. Ayer ya evidenció que será un peligro en la montaña. Efimkin fue el único superviviente, de una fuga de una treintena de corredores.

La primera subida definió posiciones. Menchov y Sastre, segundo y tercero de la general, son los más potentes en la montaña, pero también salió a relucir que Cadel Evans, segundo en París, esconde peligro.