Pese a sus 35 años, Edu Moya (Monesterio, 3 de enero de 1981) no tiene cara de veterano. Ni siquiera su espíritu lo denota, ni tampoco él parece dar pistas. “Mientras el cuerpo aguante, seguiré ahí”, dice, insistiendo en que ni siquiera ha pensado en la retirada. “Es mi decimoséptima temporada como profesional y ahora tengo un gran reto aquí”, recuerda minutos antes del inicio del entrenamiento del Cacereño, club por el que acaba de firmar y en el que piensa en aportar lo máximo, sin ambages y avalado por el trabajo.

Y no solamente cree en el ascenso, sino mirando un poco más: “un club y una ciudad como Cáceres tiene que aspirar a estar en la Liga de Fútbol Profesional. ¿No lo hizo ya el Extremadura?”, rememora con un autoguiño: él militó en el club almendralejense en Segunda División. En Primera jugó -y destacó—en el Mallorca (una temporada) y en el Recreativo de Huelva (dos).

Implicación máxima. Que el lateral extremeño -aunque su polivalencia le puede hacer jugar en otros puestos-- llega ilusionado no puede dudarlo nadie. No lo disimula, pese a sus mil batallas libradas en los terrenos de juego. “A mí lo que me gusta es el fútbol. Me encuentro muy bien y ni siquiera he pensado en cuándo lo voy a dejar. Además, cuando eso llegue, intentaré estar ligado siempre al fútbol porque creo que puedo aportar mi experiencia”, añade Moya, un futbolista con una hoja de servicios de lo más granado de la región. Por eso posa con orgullo en el cartelón de jugadores de la comunidad que han militado en Primera que se encuentra al inicio del recinto que lleva el nombre de otro ilustre, Manuel Sánchez Delgado.

Tampoco descarta que su proyecto profesional esté ligado en sucesivos años a Cáceres. “Tenemos que levantar el fútbol extremeño”, añade con esa visión global de alguien de su experiencia y altura de miras, un tipo que retorna a su región, de la que siempre ha alardeado, 14 años después de irse del Extremadura rumbo a Tenerife, en la continuidad de una carrera que, además del Mallorca, le ha llevado a Noruega, Bolivia, Andorra y una última temporada en el Recreativo de Huelva.

En años anteriores, Edu Moya ha negociado con varios clubs extremeños, como el Mérida y el Badajoz, pero finalmente no hubo acuerdo. En esta temporada, esperó al Recreativo hasta el final (el año pasado, en su segunda etapa en el decano fue titular indiscutible), pero defintivamente tuvo que olvidarse de seguir esperando que llegara algún buen proyecto. Ahora dice que el del Cacereño le llena. Tanto Adolfo Muñoz, el técnico, como futbolistas viejos conocidos como Santi Polo han sido determinantes.

“La Tercera es una categoría difícil”, avisa con claridad. De nada vale, dice, que su nuevo club sea líder. “Éste es un buen grupo, con buenos jugadores, que creo que podemos estar ahí”. Ni Badajoz, ni Don Benito, ni Cacereño por sus respectivos nombres. “Aquí lo importante es trabajar e intentar mejorar día a día para ir ganando partidos. Esto no va a ser fácil”, advierte.