BALOMPEDICA LINENSE - 0: Mateo; Rafa Villén, Mario, Alberto Merino (Ezequiel, minuto 83), Dani Gallardo; Salvi, Ismael Chico, Rubén Cuesta (Raúl, minuto 71), Bello; Copi y David Hernández.

VILLANOVENSE - 0: Javi Muñoz; Lolo Guerrero, Tomás, Mejías, Tapia: Oscar, Pajuelo, Chema Mato, Anxo (Pajuelo, minuto 66); Gallardo (Jorge Pina, minuto 55) y Willi (Adrián, minuto 86).

ARBITRO: Melián Socorro (Las Palmas). Amarilla a Villén, Cuesta, Mario, Copi; Pina, Gallardo, Tomás, Mato.

INCIDENCIAS: Partido del grupo IV de la Segunda División B.

El Villanovense sigue haciendo gala del 'efecto Montes' y enlazó ayer, en La Línea de la Concepción, su quinta jornada consecutiva sin conocer la derrota (0-0), las mismas que lleva su nuevo técnico en el banquillo.

Sin ofrecer un gran partido, el conjunto serón hizo una exhibición de sus virtudes (orden, sacrificio y disciplina) supo esconder sus carencias y se llevó con todo merecimiento un punto del Municipal, que es bien cierto que le devuelve a la zona de promoción, pero que no sólo tiene un valor material, sino que también recarga de autoestima a una escuadra que no dejaba su puerta a cero fuera de casa desde el diez de febrero en la Ciudad Deportiva del Betis.

Los extremeños, que empezaron muy atrincherados, fueron de menos a más a lo largo de la contienda y en el último cuarto de hora incluso disfrutaron de alguna ocasión, sobre todo una de Oscar, para haber desnivelado el encuentro a su favor.

El primer tiempo fue sencillamente insufrible. La ansiedad de la Balompédica que se sabía necesitada de sumar, se estrellaba en los complejos de un Villanovense que se contentaba con acumular futbolistas detrás del balón para ayudar a cortocircuitar aún más al conjunto de casa.

La consecuencia directa fueron cuarenta y cinco minutos sin ritmo, interminables, balonazo va y balonazo viene sin que a nadie se le ocurriese siquiera intentar echar el balón al piso para que aquello pareciese un partido de fútbol.

SIN PUNCH En ese periodo sólo se registraron tres atisbos de ocasiones, porque llamarlas ocasiones sería una osadía, todas en el área extremeña. En dos el protagonista fue Copi (minutos 1 y 38) pero en la primera remató mal y en la segunda tomó la decisión errónea de querer controlar.

La otra fue para David Hernández, que se jugó el físico para adelantarse a la salida de Javi Muñoz, pero cuyo cabezazo se marchó fuera por poco.

En la segunda mitad cambió bastante el panorama, unos y otros echaron leña en la caldera y con más espacios, se vieron detalles. La Balompédica acorraló al conjunto serón en el primer cuarto de hora.

En el 52 Copi remató alto un centro de Bello y en el 63 llegó la mejor oportunidad de los de La Línea en toda la tarde. Mejías desoyó la salida de Javi Muñoz y cabeceó por encima de su propio portero con lo que dejó el balón en bandeja a David Hernández, que bien es cierto que un poco escorado, pero totalmente solo, cabeceó finalmente contra el lateral de la red.

Fue por entonces cuando José Luis Montes tomó la decisión de relevar a un inexistente Gallardo y dar entrada a Jorge Pina, que le dotó de contenido el juego de los visitantes, que comenzaron a dejarse ver por las inmediaciones del área de Mateo, hasta que le perdió totalmente el respeto al partido y al rival, al que incluso dominó por momentos.

El equipo serón se convenció de que podía regresar a casa incluso con los tres puntos. Willi fue el primero en intentarlo (64), pero después lo hizo el incombustible Paulino (74) nada más saltar al campo.

LA GRAN OCASION La oportunidad más clara la tuvo Oscar, que en el 85 le dio rosca a un lanzamiento desde el lateral del área y el esférico dio tanto la sensación de que acabaría en la red que tanto Paulino como Pina levantaron los brazos celebrando un tanto que nunca llegó a producirse finalmente.

Lo que quedaba de la tarde fue un acoso infructuoso de una Balona sin ideas que se estrelló en el orden y la disciplina de un Villanovense titánico, cuyo paso por La Línea no quedará en la historia por el fútbol desplegado, pero al que el punto conquistado en el campo de un candidato a jugar la fase de ascenso le sabe a gloria. Ahora, a refrendarlo lo todo ante el San Roque.