Ángel Fernández Juliá (Valencia, 6-8-1963) regresa este viernes al pabellón Serrano Macayo en un partido importantísimo. El equipo al que ahora entrena, el Quesos El Pastor de Zamora, se juega con el Nissan Al-Qázeres Extremadura buena parte de la permanencia. A sus tres meses en Cáceres en la segunda de la temporada pasada mira sin rencores.

-¿Será una final?

-Es un partido muy importante. A partir de ahí, sí que puede decir lo que va a suceder hasta el final de la liga regular. Los dos equipos nos jugamos mucho y el que gane, habrá avanzado mucho, pero aún faltarán cinco jornadas en las que tampoco se puede fallar, sobre todo Zamora. Aunque ganemos en Cáceres, después tenemos que seguir trabajando.

-Su equipo lo tendrá casi imposible si no gana…

-Se pondrá mucho más difícil, pero quedarán cinco jornadas y nuestro calendario en casa es favorable. También hay algún rival más que también podría verse implicado. Puede pasar de todo.

-Desde su llegada a Quesos El Pastor ha mejorado los resultados. ¿Será suficiente?

-Estoy contento, pero nos cuesta cerrar los partidos, sea por inexperiencia o por pequeños errores que pagas que una liga tan competitiva como esta. Cualquier equipo los castiga. Pensaba tener una o dos victorias más. Contra Clarinos perdimos tras dos prórrogas. Y el domingo contra Gernika pudimos dar el campanazo. La actitud de las jugadoras está siendo estupenda. Casi todos los partidos los hemos competido.

-El Al-Qázeres empezó bien, pero solo ha ganado dos de los últimos doce partidos y ha recibido varias derrotas muy abultadas. ¿Cuál es su análisis?

-Ha ganado a los partidos que tenía que ganar, menos el de Bembibre. Da la sensación de que ha perdido de demasiada diferencia, pero partidos que no eran ‘de su liga’. Desde fuera puede dar la sensación de crisis, pero nada, pero tiene los deberes bien hechos. Yo me cambiaba por ellos ahora mismo. Lo ha hecho muy bien. Es un equipo que, con el presupuesto que pueda tener, se ha centrado en el juego exterior. Las americanas Arica Carter y Jennie Simms tienen muchos puntos en las manos. En el interior hay jugadoras que parece que no hacen nada, pero que son las que aportan el equilibrio y trabajo oscuro, como Paula Ginzo y Miriam Forasté. Defienden con muchísima intensidad y a correr, que es lo que pretende Ricardo [Vasconcelos]. Vamos a intentar parar eso.

-¿Será un encuentro más emocional que táctico?

-Las dos cosas, pero el estado emocional es fundamental. Quien cometa los menos errores posible será el que gane. Tenemos que intentar que el Al-Qázeres no te haga parciales en muy poco tiempo, que es lo que suele hacer a base de triples y robos.

-¿Qué recuerdo le queda de Cáceres? Solo logró dos triunfos, pero logró pacificar el vestuario…

-Tengo un recuerdo maravilloso. El trato fue perfecto por parte de directiva, afición y medios. Quienes dirigen el club son un grupo de amigos, pero un grupo de amigos preparado. Nunca tuvieron una mala palabra, al menos de frente. Quizás yo haya pasado desapercibido por Cáceres al estar tan poco tiempo, pero Cáceres no ha pasado desapercibido por mí.

-¿Le decepcionó que no se le renovase para esta temporada?

-Cuando quedaban tres o cuatro jornadas notaba que ya no iba a continuar. Estuvimos a punto de conseguir el objetivo del ‘playoff’, que nos quedamos a 20 minutos en el partido ante el Ensino. Quizás ya había contactos con el nuevo entrenador. Es normal y es lícito. No hubo ningún engaño ni ninguna promesa. Intenté mediar lo mejor posible dentro del grupo.