Están contentos. El dueño del Cacereño, Félix Campo, y el máximo responsable actual del club, su hijo Félix Campo Alonso, no pueden ocultar su satisfacción porque la revolución que plantearon durante la pretemporada, junto al director técnico Pedro Rossi, ha dado sus frutos. La apuesta por una plantilla joven y honesta y por un entrenador del perfil de José Manuel, ha surtido el efecto esperado en los responsables del club; el Cacereño y parte de su afición, tras varias temporadas para olvidar, ha vuelto a recuperar la ilusión por el ascenso a Segunda B.

El optimismo y la implicación de los Campo con el club, tras meses sin hacer declaraciones en los medios, se palpa, aunque opten por no sacar pecho ahora frente a sus detractores. "Esta plantilla ha logrado enganchar a mi padre. El está muy pendiente de todo lo que ocurre y de los resultados de cada domingo. Me llama, incluso, veinte minutos antes de que acaben los partidos para saber cómo van. No sé si va a poder estar el sábado en el campo, pero está muy ilusionado con el equipo", asegura Félix Campo hijo, que remata diciendo que "estos chicos nos han dado una alegría a todos".

Prueba de ello es que el máximo responsable acudirá esta noche a una cena con la plantilla en las dependencias del estadio, en la que aprovechará "para dar la enhorabuena a los jugadores" en torno a un asado argentino.

Preguntado por las informaciones que verano tras verano dan testimonio de supuestos movimientos de cara a la venta del club, el actual portero del Baza y máximo responsable del Cacereño quiso ser tajante: "No tenemos interés real en vender". Y apoyaba su afirmación asegurando que "todos los veranos suena la posibilidad de que se va a llevar a cabo una hipotética venta del club, pero he de decir que la única tentativa real de venta se produjo el verano pasado.". Campo zanja la cuestión: "Ahora mismo no tengo constancia de ningún movimiento en este sentido".

No le incomoda la cuestión, pero el máximo responsable del club prefiere poner el acento en la importancia de lo que el equipo se juega en las próximas semanas y lanza un deseo: "Ojalá podamos estar en Segunda B el año que viene".

PLANES DE FUTURO En este sentido, Campo Alonso se permite aventurar lo que puede ocurrir con la actual plantilla si finalmente se logra el ascenso: "Va a ser difícil retener a algunos jugadores. Han hecho una gran temporada y son seguidos por equipos de superior categoría, pero confío en que, si el equipo sube a Segunda B, muchos de ellos sigan confiando en este proyecto deportivo".

Para apoyar la idea de que el dueño está con el club, Campo Alonso añade que el futuro pasa por lograr un incremento de la masa social y un mayor apoyo por parte de instituciones y empresas privadas. "Con un poco de ayuda externa podemos hacer un buen equipo para competir en Segunda B", apunta.

En caso de no lograr superar la fase de ascenso, "volveremos a hacer un equipo para subir el año que viene. No nos vamos a rendir y seguiremos teniendo fe en este proyecto. Aún así, que conste que no nos dan ningún miedo ni Sabadell ni Mallorca B en caso, claro, de que logremos superar al Caudal".

Finalmente, Campo tiene palabras de elogio para la plantilla ("son gente honrada que ha demostrado su ambición"), el entrenador ("ha demostrado su valía") y el director técnico ("gran parte del mérito es suyo. El confeccionó esta plantilla").