El atleta cubano Dayron Robles, que el jueves entró en la historia del atletismo al batir el récord mundial de 110 metros vallas (12.87) en Ostrava (República Checa), tiene una historia oculta con acento extremeño. Hace dos años corrió prácticamente gratis en las pistas de El Cuartillo , en Cáceres, en el Encuentro Internacional que anualmente organiza la diputación provincial.

Fue el 28 de junio del 2006 y entonces, con 19 años, no dejaba de ser una promesa más dentro de la prolífica cantera cubana. Se impuso con comodidad en su prueba favorita, estableciendo un nuevo récord de la competición que se supone que seguirá vigente durante mucho tiempo (13.34).

Las curiosidades de la actuación de Robles en Cáceres empezaron el día antes de la carrera, cuando, acompañado de varios de sus compatriotas, llegó a la ciudad en un autobús de línea. En esa época, los cubanos tenían un grupo de entrenamiento en Guadalajara y la modestia de sus recursos les obligaba a trasladarse así. Entre esos atletas estaba Iván Pedroso, campeón olímpico de salto de longitud en Sydney-2000.

Dayron Robles nació en Guantánamo y hasta llegar a batir el récord del chino Liu Xiang --su gran enemigo en Pekín-2008-- su camino no ha sido fácil. El año pasado fue cuarto en el Mundial de Osaka y en éste fue eliminado en la reunión de París y unas semanas después se quedó inexplicablemente clavado en los tacos de salida en el Mundial de pista de Valencia.