El tenista argentino Mariano Puerta aseguró ayer que el "espíritu del fallo" por el que fue suspendido por ocho años tras dar positivo en un control de dopaje, reconoce su "inocencia" y por ello apelará la sanción.

"Esta decisión del Tribunal de la Federación Internacional de Tenis (ITF) dejó en su contenido mi buen nombre y honor a salvo, porque quedó comprobado que no tuve ningún interés en defraudar con el uso de sustancias prohibidas", indicó.

"Por eso voy a probar mi inocencia, más allá de las rígidas medidas del reglamento, que tornan esta sanción injusta", expresó.

El deportista dio positivo en el control de dopaje posterior a la final que perdió contra Rafa Nadal, el 5 de junio pasado, fecha desde la que cuenta la sanción impuesta por la ITF, de acuerdo con la Agencia Mundial Antidopaje.

"La sustancia etilefrine que me encontraron la contiene un medicamento que toma mi esposa y el consumo fue puramente accidental y sin mi conocimiento", argumentó. Aclaró que la cantidad ingerida "fue mínima" y por ello "no pudo tener ninguna incidencia" en su rendimiento en Roland Garros.