THtoy, en principio y salvo sorpresas de última hora, debe ser el día en que se ponga punto y final a la pesadilla que han sido las elecciones a la presidencia de la Federación Extremeña de Fútbol. A eso de las nueve de la noche se podrá conocer el nombre del nuevo regidor federativo.

Plaza y Rocha, Elisardo y Pedro. Esos son los dos únicos candidatos a elegir. 50 integrantes de la Asamblea. Según indica el reglamento, serán llamados uno a uno por el presidente de la mesa --será la persona de mayor edad entre los asamblearios-- y depositarán su voto de manera secreta en una urna. Según ambos candidatos, los dos se sienten ganadores, a los dos les salen las cuentas, o eso dicen al menos de manera pública.

Al margen de pasadas polémicas, de las continuas irregularidades denunciadas, de las posibles injerencias, de los posibles recursos judiciales todavía pendientes, de las malas caras, de las amenazas, de los panfletos, de una lucha aparentemente sin cuartel, lo cierto es que esta noche habrá --insisto en lo de "en principio"-- un nuevo presidente.

¿Y mañana qué? Esa es la gran pregunta. El nuevo presidente tendrá ante sí una tarea, no ya difícil, será un casi imposible, como es el sacar a flote a un barco a la deriva y a punto de hundirse, si ya no lo está. A partir de mañana ya no valen las palabras, las promesas o las ilusiones. Mañana lo que hace falta es saber cómo se va a poder pagar a los empleados, a los que se les adeuda un año completo de su trabajo, mañana toca saber cómo y de qué manera se van a poder salvar los embargos pendientes, mañana toca empezar a pagar a las deudas de una mutualidad extremeña en quiebra, saber cómo se va a pagar algo tan simple como la luz, el agua, la comunidad o incluso los folios.

Ya lo expresó en estas mismas páginas el tesorero de la Federación Española, "Madrid no es el banco de España, el problema resuelto desde casa". Mañana toca saber cómo y de qué manera el nuevo presidente y los miembros de su junta serán capaces de convencer a unos bancos que ahora cierran los grifos, para que les presten. Unos directivos que tendrán que empezar a pagar a unos acreedores ya desesperados.

A partir de mañana lo que vale es futuro, no un pasado que hundió la federación. Tocará trabajar y remangarse. Atrás quedan los tiempos de vacas gordas, de glamour, de dispendios sin control. Ahora es tiempo de sudor y de barro, de desgaste, de lucha puerta a puerta por conseguir unos dineros que palien este sufrimiento, porque al fin y al cabo esto no se arregla ni con palabras ni con ilusiones, se arregla como dicen en mi pueblo "con perras".

Confiemos en la mayoría de edad del fútbol extremeño y en sus gentes, en sus manos está el futuro de la FEXF, en un presidente que esperemos no acabe saliendo corriendo cuando traspase el umbral y descubra todo el pastel. Esta noche, a Rocha o a Plaza, a Elisardo o a Pedro el 'marrón' que les va a caer encima es de órdago. Suerte a ambos. La van a necesitar.