TCtomencé a escucharle allá por los años 50, con su fabulosa voz, cantando el gol de Zarra ante Inglaterra. Poco a poco, el que esto escribe ya cumplía 20 años, entré de lleno a trabajar en la radio, y la voz de Matías Prats se me hizo aún más familiar desde nuestra cadena REM, en La Voz de Extremadura en Cáceres. Fueron etapas gloriosas para Matías: las cinco Copas de Europa consecutiva del Madrid, formando una piña con Enrique Mariñas, Juan Martín Navas, y poco después, Carlos Fuertes. Toda España los escuchaba en aquel popularísimo ´Domingo Deportivo Español´.

Mis primeros contactos con ´El Maestro´ fueron por los años 60, en una gala del deporte en Cáceres. En ella, el inolvidable Juan Serrano Macayo le regaló una caña de pescar, que le hizo una gran ilusión, conocida su faceta de gran pescador. También el propietario de Joyería Nevado, Rosendo Nevado, le entregó un regalo, y surgió la idea de que retransmitiera un partido que el Cacereño jugaba en Madrid, frente al Moscardó. Fue por la mañana y ´El Maestro´ no falló. Me dio la oportunidad de compartir la retransmisión en el segundo tiempo, mientras yo daba la publicidad de Joyería Nevado, su patrocinador.

En 1966, conviví con Matías Prats y demás compañeros formando equipo para la cadena REM en el Mundial de Inglaterra. Fue para mí un momento inolvidable cuando debutó el gran jugador extremeño Abelardo. Al término del partido, que España perdió ante Alemania con gol olímpico a Iríbar, Matías Prats dijo: "que lo entreviste Tomás, que también es extremeño", y así fue.

Dos años después, nos juntamos en la Olimpiada de México en 1968. Siempre fue cariñoso y afable, junto a compañeros inolvidables como Martín Navas, Antolín García, Juan José Castillo, Miguel Ors, Juan Manuel Gozalo o José María García. Me propuso dejar Cáceres y trasladarme a Madrid, apoyado por el delegado nacional de Educación Física y Deportes, Juan Antonio Samaranch. Me dijo: "Tenemos mucho en común, hasta el nombre de las esposas" (ambas se llaman Emilia).

Era incansable. "Tomás, vete a la villa olímpica y entrevista a Ignacio Sola, hoy puede ser un día histórico en salto con pértiga; habla también con Pedro Ferrándiz para baloncesto". Estaba en todo. Era muy querido y respetado. Cuando regresamos de México, me fui a Madrid, pero una inoportuna hepatitis me hizo volver a Cáceres y ya no volví a Madrid, pese a las llamadas telefónicas de Matías insistiendo. No me arrepentí de quedarme en mi tierra. Nos vimos más veces, como en Guadalupe, donde Matías retransmitió la llegada del Papa Juan Pablo II.

Hoy sigo radiando los partidos del Cacereño --52 años con el micrófono-- y 74 reales de vida, que espero sean como los de ´El Maestro´. Muchos me echan en cara que tardo en recordar el resultado, pero sigo el consejo que me dio Matías: "no digas el resultado con frecuencia, porque cambian de dial y se van a escuchar al Madrid y al Bar§a y ¿tú sabes si vuelven luego a ti?". Sabio consejo que sigo a rajatabla. Matías fue mi Maestro. Su estilo único, su voz inconfundible, será recordado siempre. Aunque es ley de vida --90 años-- he sentido un enorme mazazo. Mi más sentido pésame para Emilia y los suyos.

Adiós amigo, adiós Maestro. Hasta siempre.