David Beckham, centrocampista inglés del Real Madrid, reconoció en su rueda de prensa de despedida en la ciudad deportiva de Valdebebas, que "ha sido un gran honor, un sueño", jugar cuatro años en el conjunto madridista y admitió que su ilusión era acabar su carrera en la capital de España.

Beckham desató una expectación insólita en la sala de prensa de Valdebebas. Elegante, con camisa blanca y americana azul clara, ofreció una rueda de prensa de una hora de duración, en la que se despidió dedicando elogios al Real Madrid y olvidando lo malo, como los meses que ha estado apartado del equipo.

Comenzó aclarando definitivamente la posibilidad de dar marcha atrás en su próxima aventura en Estados Unidos. "Hay un contrato firmado y el domingo será mi último partido con el Real Madrid. No existe ninguna cláusula con los Galaxy que me permita quedarme".

Su estancia en el Real Madrid la calificó como "un sueño, cuatro años increíbles" y su deseo es despedirse ganando la Liga. "Ojalá acaben con el final soñado".

"Quería terminar mi carrera aquí, pero también en su momento dije que no me iría del Manchester y me fui. Así es el fútbol. Afronto un nuevo desafío y me encanta. A la vez me entristece irme. No he ganado nada aquí pero espero que cambie para irme con un título de Liga. Viviré un día triste y emotivo".

Beckham realizó un repaso de todo lo vivido en el club blanco. "Desde mi llegada han pasado muchos entrenadores, compañeros, distintos presidentes, varias casas. Me quedo con el respeto que tengo por el Real Madrid. Ha habido cosas buenas y malas, siempre muy diferentes a mi país, pero nunca criticaré a esta entidad porque tengo el mayor de los afectos a este escudo y ha sido un gran honor vestir la camiseta blanca".

"El mejor recuerdo es el día que firmé por el Real Madrid, aunque espero cambiarlo el domingo y ganar la Liga. En cuanto a lo malo, estoy especialmente triste por cómo se me ha tratado fuera del campo, pero dentro de él, en cada partido, la gente ha sido fantástica, no hay adjetivos. Antes de venir a España me habían advertido de lo exigente que es el público del Bernabéu. Ahora pienso que si me quieren es porque he cumplido con sus expectativas y me honra. Guardaré como un tesoro mi última camiseta, como la primera que vestí de blanco", agregó.

EL MADRID NO LE QUISO Beckham reconoció que fue el Real Madrid el que no le quiso renovar y el que le impulsó a marcharse. "Hace seis meses me di cuenta de que no seguiría. Me dijeron que no me renovarían y tuve que decidir mi futuro. Irme es una decisión muy difícil y voy a echar mucho de menos al club y a España, pero tengo un gran futuro por delante".

Se va sin rencor a Calderón, ni a Capello. "Podía haber jugado dos años más en el Madrid, era una posibilidad notable quedarme hasta el final de mi carrera pero no ha podido ser".

"No critico a Capello porque es un entrenador al que respeto mucho. Cuando me apartó de los partidos todo el mundo sabía que había algo más que lo puramente deportivo, pero él lo ha ganado todo y sólo tengo elogios a su función como entrenador".

Beckham hizo balance de su último año, admitiendo que ha sido "el más duro" por todo lo que ha vivido.