ALEMANIA 32 (15+12+1+2): Fritz, Kretzschmar (2), Schwarzer (9), Zerbe (4), Baur (3), Sthepan (9, 5p), Kehrmann (4). Después, Ramota, Dragunski, Immel, Peterssen, Von Behren, Zeitz y Jansen (1).

ESPAÑA 32 (16+11+1+2): Barrufet, Entrerríos (1), Garralda (3), Hernández (2), Juancho Pérez, Colón (2) y Juan García (7, 2p). Después, Hombrados, O´Callaghan, Belaustegui (2), Dujshebaev (5), Lozano, Romero (6, 1p) y Uríos (2).

M. C. C. M.: 1-1, 6-4, 8-8, 12-10, 13-12, 15-16 (descanso) 18,16, 20-20, 21-22, 24-23, 25-25, 27-27; 27-27; 28-28; 28-30; Siete metros final: 2-0.

El idilio del balonmano español con los Juegos Olímpicos se rompió ayer de forma terrible. Entre desesperación, fallos, y con todo el dramatismo posible, España se despidió ayer de una medalla en Atenas al perder en cuartos de final ante Alemania (32-30), tras dos prórrogas de 10 minutos y una tanda de penaltis en la que los españoles no marcaron ni uno de sus cuatro lanzamientos y los alemanes sólo batieron dos veces a Barrufet en cinco tiros. Fue suficiente para desgracia de España, bronce en Atlanta-96 y en Sydney-00.

PORTEROS David Barrufet, a los 34 años, debe llevar disputados 1.000 partidos en una carrera como uno de los mejores porteros del mundo de la última década. Pero el de ayer no lo va a olvidar. Paró lo posible y lo imposible, y su esfuerzo no sirvió de nada. Toda su desolación se convertía en éxtasis en su colega, Henning Fritz, que tampoco olvidará el partido de ayer. Si su actuación durante el partido fue casi equiparable a la del portero del Bar§a, durante los penaltis su figura se agigantó hasta cegar a los lanzadores españoles. Tres no vieron un hueco (Hernández, Belaustegui y García) y el cuarto (O´Callaghan) tiró al poste. "Lo hemos dado todo y debemos estar orgullosos, pero si no marcas un penalti es muy difícil ganar", dijo Barrufet.

El partido resultó una batalla de cinco actos en lugar de los dos habituales. Alemania, campeona europea y subcampeona mundial, tuvo como máximo tres goles a favor, y sólo en la primera parte (6-3 y 11-8), y España logró dos varias veces. Con sólo cinco minutos por delante de la segunda prórroga, el equipo de Argilés acarició la semifinal pero no apuntilló. El tiempo reglamentario acabó con 27-27 gracias a un gol de Romero a 30 segundos del final. Dos minutos antes, Juanín García, el mejor español, falló el penalti que hubiera supuesto el 28-26 favorable.

Alemania no anotó un gol en la primera prórroga (28-28) hasta el último segundo, gracias a un penalti convertido por Stephan. Entre las dos prórrogas, sobrevivió con ese único gol durante más de 15 minutos. El cataclismo español llegó tras el 30-30 en los cinco penaltis que debían decidir el semifinalista. Los protagonistas, agotados desde hacía rato, casi hubieran preferido jugárselo a cara o cruz.