PANATHINAIKOS: Diamantidis (11), Calathes (12), Sato (10), Tsartsaris (8), Vougioukas (10), --cinco inicial--, Nicholas (-), Batiste (8), Perperoglou (8), Antonis Fotsis (11), Tepic (-), Kaimakoglou (-).

REGAL BARCELONA: Ricky Rubio (3), Roger Grimau (2), Alan Anderson (13), Erazem Lorbek (9), Fran Vázquez (14) --cinco inicial--, Juan Carlos Navarro (7), N´Dong (7), Terence Morris (5), Sada (-), Lakovic (5), Joe Ingles (2).

ARBITROS: Lamonica (ITA), Drabikovskyi (UCR) y Ryzhyk (UCR). Eliminado: Lakovic (40´).

MARCADOR POR CUARTOS: 16-12, 34-33 --descanso--, 56-47 y 78-67.

Tras una intensa noche, la Euroliga de baloncesto vio cómo su todavía campeón, el Barcelona, quedaba eliminado en el cuarto partido de cuartos de final. Los azulgranas no estarán en su Final a Cuatro, que se jugará en el Palau Sant Jordi, tras perder 78-67 frente a Panathinaikos (1-3 en el global de la eliminatoria). Le acompaña en la tristeza el Caja Laboral, que se hundió tras el descanso en la cancha del Maccabi (99-77, 1-3). Mientras, en la eliminatoria íntegramente española, un corajudo Power Electronics de Valencia forzó el quinto encuentro frente al Real Madrid (81-72, 2-2). Anoche también logró billete para Barcelona el Montepaschi Siena frente al Olympiacos (88-76, 1-3).

A los catalanes les pesó la responsabilidad y la presión en un partido en el que no tenían margen de error. Casi siempre fueron detrás en el marcador ante un Panathinaikos llevado en volandas por su público. Su ventaja obtenida al final del tercer cuarto cercana a los diez puntos ya no pudo ser levantada por un Barça al que le faltó el habitual ángel de Juan Carlos Navarro.

En Valencia, los locales jugaron con mucha agresividad y acierto el último cuarto para forzar el quinto partido en la Caja Mágica el próximo martes. Fue un cúmulo de tensiones, igualdad y mucho juego físico bajo las dos canastas. Al igual que en los anteriores duelos el devenir del partido fue a tirones, con pequeñas ventajas para unos y otros, aunque el mejor juego valenciano en el último cuarto fue decisivo.

Mientras, el Caja Laboral dio la cara en Tel-Aviv hasta el descanso con un juego muy alegre (51-52), pero luego naufragó irremediablemente frente al enorme acierto del Maccabi en los triples. Los últimos minutos fueron una exhibición total de los israelíes ante un conjunto vasco desdibujado y muy mermado.