Para Emiliano Gómez Tello (Cáceres, 18 de septiembre de 1968) será algo más que un partido de liga el Diocesano-Cacereño del próximo domingo. «Será especial, nuestro partido del año en casa. Nuestra ilusión. Vamos a intentar ganar, la motivación va a ser grande y no va a hacer falta decirle nada a los jugadores», expresa el vicepresidente y delegado del equipo colegial de Tercera.

La friolera de 44 años ligado a la marca ‘Dioce’ acumula este empleado público, una cifra que lo dice todo. «Sí, es un sentimiento, aunque yo le diga a mi mujer que esto es un hobby», afirma. Emiliano es un histórico del colegio y del club, siempre vinculado a otros nombres que han sido y serán referencia como Gerardo Hierro o José Luis Mohedano. «Entré en el colegio con seis años», informa con orgullo. Con 16 años dejó de jugar. Desde entonces, su labor ha sido de lo más variopinta, siempre relacionada con el fútbol. El hombre de la casa por antonomasia.

Su padre, Claudio Gómez, fue maestro en el centro educativo cacereño, el origen del club que ahora sorprende a todo el espectro futbolístico extremeño con la gran campaña del club en su debut en Tercera, pero por mucho más. «Tenemos equipos en todas las categorías nacionales. No podemos aspirar a más», se jacta en asegurar este hombre, delegado del equipo senior desde hace siete año, pero que ha hecho «de todo» como hombre de la casa al que «nunca», asegura, le ha gustado «estar en primera línea». Ha llegado a ser entrenador de diferentes equipos de la cantera colegial. A sus órdenes han estado, por ejemplo, José María Rebollo, exentrenador del Cacereño, y un clásico del fútbol extremeño, Rai.

«No es nuestra intención ser el primer club de la ciudad. Esto le corresponde al Cacereño por historia. Nosotros somos un equipo de colegio», reflexiona Emiliano Gómez ante posibles malas interpretaciones. «No nos gustaría fastidiarle el año, solamente ganarle el domingo». Esa es la intención del ‘Dioce’ ante el Cacereño. Palabra, al menos, de Emiliano Gómez.