En su última eliminatoria como capitán, tras tres años en el cargo, Emilio Sánchez sacó el ´plan B´ que no tenía cuando Nadal renunció. Sin él y con Ferrer en baja forma, apostó por Feliciano López y Verdasco. Deja un cargo al que llegó en el 2005 con la oposición de los jugadores pero acabó alineado con ellos.