Como todos los años, la fase final de la Copa del Rey aparece en el calendario como la gran cita del baloncesto de clubs en España, quizás incluso por encima de la final de la Liga ACB. Ocho equipos dirimen en el Palacio de los Deportes de Madrid desde hoy y hasta el domingo un título que no ha perdido prestigio y que empezará de la manera más fuerte posible: Real Madrid-Regal Barcelona (19.00 horas, La 2). Después, Tau y Pamesa se jugarán otra de las plazas en semifinales (21.30). Para mañana quedan los otros dos partidos de cuartos de final, Unicaja-Kalise Gran Canaria y MMT Estudiantes-DKV Joventut.

Llega la competición por excelencia, en la que los errores no se permiten y hay que estar concentrados durante 120 minutos para conseguir el éxito. Eclipsado por el irresistible brillo de la selección española y con las competiciones liguera y europea aún lejos de decidirse, la Copa no ha perdido vigencia desde que adoptó la fórmula de la concentración. Muchos de los mejores momentos de los últimos 25 años se han vivido en estos fines de semana imbuidos por los mejores valores del baloncesto.

Todo parece sonreír al formato: la convivencia entre las aficiones, el tratamiento televisivo, un gran pabellón como el renovado recinto de la calle Goya... La ACB realiza el máximo esfuerzo para que la Copa sea su gran escaparate de cara a aficionados y patrocinadores durante cuatro días consecutivos.

EL CLASICO Y EL FAVORITO ¿Hay una mejor manera de empezar que con el choque directo entre los dos grandes futbolísticos? Barcelona y Real Madrid garantizan audiencias y también una profunda competitividad sobre la pista, como se apreció recientemente en el choque que les enfrentó en la Euroliga.

A favor de los azulgranas aparece su más larga plantilla, aunque no podrán contar con Jaka Lakovic. El regreso de Juan Carlos Navarro y la explosión de Fran Vázquez impulsan a un conjunto fanático en defensa y con muchos recursos en ataque.

"El equipo está comprometido, con credibilidad, bien preparado. El nivel físico y mental va a ser muy importante y creo que llegamos en el momento ideal. Además, el partido nos va a servir de referencia del estado en el que estamos. Esto no tiene nada que ver con la Liga ACB", indicó el técnico barcelonista.

Enfrente estará un Real Madrid especialista en remontar los partidos y que se basa más en el corazón de jugadores como el sorprendente Sergio Llull y el dominador Felipe Reyes. La irregularidad de Quinton Hosley, Louis Bullock y Jeremiah Massey ha pasado factura al grupo de Joan Plaza durante algunos momentos de la temporada, pero parece llegar en un buen momento a esta cita del cara o cruz.

"Haría cualquier cosa por ganar la Copa del Rey. Tengo en la plantilla campeones del Mundo, de Europa, subcampeones olímpicos, pero casualmente ninguno ha ganado la Copa. Ellos merecen tenerla", indicó ayer Plaza.

El partido lo mirarán con atención desde la salida de vestuarios el Tau y el Pamesa. Los vitorianos aparecen como teóricos favoritos para llevarse el trofeo si se tiene en cuenta su impresionante marcha en la competición doméstica, en la que lleva únicamente dos derrotas en 22 partidos. La buena racha de Rakocevic y Pete Mickeal se contrapone con el hecho de que otro de sus jugadores fundamentales, Thiago Splitter, acaba de salir de una lesión. Como siempre, su entrenador, Dusko Ivanovic, expresa la máxima exigencia: "Sabemos que para ganar, sobre todo este primer partido, tenemos que jugar mejor que hasta ahora. Tenemos que tener mucha concentración, estar preparados para un partido duro de 40 minutos. Es una cita óptima para demostrar nuestra calidad y nuestro carácter".

El Pamesa llega de tapado , dispuesto a dar una de las sorpresas que tan habituales son en la Copa del Rey. Su juego ha mejorado desde la llegada al banquillo de Neven Spahija, precisamente el hombre que hizo campeón liguero al Tau hace unos meses. "El equipo tiene ganas y confianza", resumió.