La inquietud se repite cada semana. Cuando la Liga de Fútbol de Profesional anuncia los horarios de una nueva jornada los pericos siempre temen lo peor, especialmente si juegan en casa. El enfado no es nuevo, ya que la temporada pasada el agravio ya resultó evidente. Hasta dos veces se quejó el Espanyol a los dirigentes por jugar tantas veces los viernes y los lunes. En este curso se repite lo mismo. El mosqueo empieza a ser notable.

El equipo blanquiazul recibe hoy al Levante en Cornellà. Ni el día, un viernes, ni la hora (las 21.00) ni la entidad del rival representan un gran reclamo para que el estadio registre una buena entrada, pero el club espera que su afición responda y supere estas adversidades. Ya está acostumbrada a convivir con esta situación. El siguiente partido en casa aún será peor, ya que el bloque de Quique Sánchez Flores recibirá al Betis el lunes 30 de octubre. El cuadro andaluz es de los que más público atrae después de los dos grandes. Una semana antes, también en lunes, jugará ante la Real en Anoeta.

El técnico perico se detuvo ayer en esta cuestión en la previa del regreso de la Liga. «El reparto de horarios se debe hacer mejor. Creemos que repetimos demasiado partidos en viernes y lunes», dijo Quique, que se ofreció a hablar con los responsables para explicarles su punto de vista.