Decía el entrenador del Mérida, Fabri González, que estaba deseando de que "pase este atolladero de lesiones y sanciones". Poco a poco ha ido pasando y para esta jornada el míster romano podrá volver a contar con Sabino, Chupri y Lupidio.

En los casos de Segovia y Granada todavía no están al cien por cien, y sólo se pierde al capitán, Juli Ferrer, por acumulación de tarjetas para la visita que el equipo tiene que rendir a la ciudad de Melilla.

Mientras el equipo estaba en el ´atolladero´, la plantilla ha demostrado tener profundidad y Fabri se encuentra ante el bendito problema de tener que elegir en el once inicial entre los que han sacado las castañas del fuego en los últimos tiempos, con dos goleadas a sendos líderes cuando había bajas, o tirar de los que empezaron la temporada, que también lo hicieron bien.

El caso más claro aparece con Regino. El lateral ha cumplido con creces en los tres partidos que ha jugado, pero ahora que vuelven los ´titulares´ el segedano está considera que "el entrenador no se casará con nadie y seguro que jugará el que mejor esté". "Estoy muy contento --asegura-- con los partidos que he jugado y espero que siga confiando en mi, de todas formas toda esta competencia es buena para el equipo".

El siguiente quebradero para Fabri será cuando regresen al equipo en plenas condiciones Segovia y Granada.