David Zabriskie, del US Postal, se llevó la undécima etapa de la Vuelta disputada entre San Vicente de Raspeig y Caravaca y Alejandro Valverde el susto más grande de su vida, con una caída que le ocasionó múltiples heridas aunque no le impidieron terminar la jornada. Floyd Landis conservó el jersey oro.

Zabriskie, de 25 años, remató una escapada de principio a fin. Entró victorioso con una ventaja de 1.11 respecto al pelotón en el que estaba Valverde tras tremendo sufrimiento. El líder del Comunitat Valenciana cortó la respiración de la Vuelta cuando en el kilómetro 7 sufría un enganchón en su cadena cuando efectuaba un cambio en su bicicleta. Se estrelló contra un guardarrail tras una vuelta de campana. "Impresionante", según su compañero García Quesada.

Con Valverde en el suelo, con las rodillas heridas y contusiones en todo el cuerpo y el casco y maillot destrozados, el pelotón se desentendió de Zabriskie y decidió esperar al compañero que lloraba mientras era atendido.

La victoria de la jornada fue del pelotón, un éxito colectivo en forma de solidaridad. Nadie aprovechó la coyuntura para desquitarse de un rival directo, como sucedió en el pasado Tour en el adoquinado camino de Wasquehal, cuando Iban Mayo perdió cualquier opción de podio, y eran las primeras etapas.

Hubo dudas sobre si Valverde podría terminar, pero a base de sacrificio y la inestimable ayuda de todos sus compañeros de equipo logró presentarse en Caravaca como uno más del pelotón. Roberto Heras, su máximo rival, también lamentaba en meta la mala suerte del corredor que en condiciones normales le discutirá el triunfo final. "Espero que se restablezca y luche por la Vuelta", aclaró.

La Vuelta disfrutará hoy en Almería del primer día de descanso, justo la víspera de la esperada e inédita etapa con final en Calar Alto, una dura batalla.