Será difícil encontrar en el Extremadura una persona que, en tan poco tiempo, haya dejado un vacío tan grande. Enric Gallego ya es del Huesca. Con oficialidad. El conjunto extremeño y el aragonés anunciaron ayer el traspaso del delantero catalán al club oscense, cuyo contrato se extenderá hasta junio del 2022. El futbolista, que había viajado la noche antes hasta tierras aragonesas, ya se ejercitó ayer por primera vez con sus nuevos compañeros y hoy será presentado en El Alcoraz, donde está previsto que debute el sábado (18.30 horas) ante el Atlético de Madrid.

La marcha de Enric Gallego desató ayer una catarata de mensajes en las redes sociales. En todos, por unanimidad, mensajes de agradecimiento máximo, especialmente de una afición que considera que el delantero se merece esta oportunidad en Primera División. Su marcha tiene un sabor de tristeza y alegría al mismo tiempo para el aficionado almendralejense, consciente de que las cantidades que se manejaban encima de la mesa hacían inviable cualquier otra opción que no fuera el traspaso.

La historia de superación de Enric Gallego, sacada a la luz hace unos meses por este periódico, ha convertido la figura de este jugador en casi mito. «Todos sabemos lo que ha peleado para llegar a un lugar así, al soñado por cualquier futbolista. Es un jugador que se merece lo mejor y no puede desaprovechar esta oportunidad», decía ayer Carlos Pomares, compañero de equipo en el Extremadura.

Enric, que apenas tuvo tiempo para despedirse de todas las personas que le han rodeado en Almendralejo, envió una carta de despedida a la afición en la que comentó que «siempre llevaré al Extremadura en el corazón». En ese comunicado, el jugador barcelonés volvió a recordar que venir al Extremadura el pasado invierno fue «la mejor decisión que he tomado en mi vida». Ha sido un año increíble y difícil de superar, tanto a nivel personal como a nivel profesional». También agradeció la apuesta decidida que en su día hicieron Manuel Franganillo y Luis Oliver para llevarle hasta Almendralejo y poder triunfar. «No es un adiós, es un gracias por todo y hasta siempre, valientes», finalizaba.

Los capitanes del equipo también quisieron despedirle. Willy escribía en sus perfiles: «Gracias por todo Gigante. Ha sido un placer poder jugar a tu lado. Eres humilde, trabajador, profesional, compañero top y, sobre todo, una gran persona. Mereces todo lo bueno que te pase». Aitor añadió: «Disfruta de este momento. Te lo mereces, amigo. Te echaremos de menos».

El reconocimiento ha venido de muchas partes de España. Enric vuela a Primera. Demostrando que no hay imposibles.