«Un mundo mejor. Un mundo para todos. Solo hay una raza: la humanidad», reza el cartelón que exhibió ayer domingo por la mañana el delantero gambiano del Trujillo Ensa Njie por las calles de Navalmoral de la Mata, localidad donde reside.

Ensa mostró de esta manera su adhesión al movimiento contra la discriminación racial Black Lives Matter (las vidas negras importan), que, aunque originado en 2013, ha resurgido con fuerza tras la muerte violenta de George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos.

El futbolista africano lució también una camiseta de diseño propio en la que pide justicia, además de para Floyd, para su compatriota Lamin Sisay, que falleció tiroteado tras una persecución con la policía de Atlanta el 29 de mayo. Sisay, de 39 años de edad, era hijo de un diplomático gambiano de las Naciones Unidas. El gobierno de Gambia ha reclamado por todo ello a Estados Unidos una investigación «transparente, creíble y objetiva».

APOYO / El jugador, que aseguró que seguirá en el Trujillo, se ha mostrado satisfecho por el apoyo recibido en las redes sociales y comenta en declaraciones a este periódico: «En el fútbol he recibido insultos raciales que, con el tiempo, han ido desapareciendo, pero no olvidemos que aún existe una minoría que nos sigue atacando por nuestro color de la piel».

El delantero africano se recupera estos meses de una operación de rotura de ligamento cruzado producida por una lesión esta temporada, cuando peleaba por la condición de máximo goleador con el punta del Diocesano Javi Bernal.