La pretemporada es pretemporada, a ese argumento se agarran los que aún no han encontrado el mejor rendimiento de su equipo, pero para el Atlético de Madrid da igual que todavía no haya empezado la competición oficial, cada día es otra jornada de gozo, cada partido amistoso es otra fiesta.

Después de terminar la última temporada con más dudas que certezas, unas semanas de trabajo le han bastado a Simeone para volver a engarzar todo, como si nada hubiera cambiado, y encontrar a un Atlético que desprende ilusión.

El equipo progresa de forma acelerada, mostró su mejor versión el día señalado, ante el Madrid; y el paso de los días ha reafirmado las buenas sensaciones de jugadores como Vitolo, Diego Costa y, sobre todo, la nueva gran estrella, el portugués João Félix.

Simeone premió al grueso de canteranos que forma parte de la expedición con la titularidad en el último amistoso, ante un equipo de estrellas de la liga estadounidense, con Rooney (excelso en el reparto de juego desde el centro del campo), Ibrahimovic, o Carlos Vela. Y los más jóvenes respondieron con un partido a la altura y con un gol que convirtió en extraordinario un pase de tacón del jugador del filial Rodrigo Riquelme.

LA CONEXIÓN FÉLIX-COSTA

Con los titulares, João Félix volvió a reivindicarse con un gol desde fuera del área y un pase largo, medido, a la carrera de Diego Costa para fabricar el tercer gol rojiblanco. Se volvió a entender a las mil maravillas con el delantero brasileño, de vuelta a su mejor nivel físico y futbolístico. Nos entendemos bien, hablamos la misma lengua, eso ayuda. Vamos a seguir trabajando para mejorar, dijo el joven portugués tras el partido.

Todo es positivo en el entorno atlético, desde el trabajo en el campo de entrenamiento hasta la labor en los despachos. La nueva defensa está cogiendo galones y, además de Félix, hay viejos anhelos que reverdecen, desde Lemar hasta Vitolo, pasando por el doble pivote Koke y Saúl.