ALBACETE 1: Almunia, Pedro, Pablo, Buades, Peña; Viaud, Parri (Pablo García, min. 79); Iván Díaz (David Sánchez, min. 51), Pacheco (Fabiano, min. 74), Delporte y Aranda.

ATLETICO 1: Juanma, Gaspar, García Calvo, Lequi, Sergi, Aguilera (F. Novo, min. 76), De los Santos, Nano (Musampa, min. 82), Ibagaza (Jorge, min. 87), Nikolaidis y Torres.

GOLES: 0-1, min. 32: Nano. 1-1, min. 60: Lequi (propia puerta).

ARBITRO: Medina Cantalejo (C. Andaluz), auxiliado por Giraldez Carrasco y por Cardos Paterna. Amonestó con tarjeta amarilla a Almunia (Albacete), y a Nikolaidis y Torres (Atlético de Madrid).

El Albacete, salvando las lógicas diferencias, comenzó la primera parte jugándole de tú a tú a un Atlético de Madrid que en los compases iniciales con Nano por la izquierda y con los pases interiores de Ibagaza buscando a Torres llegaba a las inmediaciones del área manchega con facilidad.

Los albaceteños, por su parte, tan solo contaban con la calidad de Aranda, y algún tímido movimiento del valenciano Parri para acercarse a la meta de Juanma. En el minuto 17 Aranda se plantó solo ante Juanma, pero Lequi estuvo muy rápido para quitarle el balón de los píes y mandarlo a saque de esquina.

Tres minutos más tarde, el Atlético gozó de una triple oportunidad en la misma jugada para batir a Almunia. Primero con Nano, después con Torres y finalmente con Nikolaidis, las tres fueron solventadas por el meta.

El gol atlético llegó en una jugada a balón parado. Corría el minuto 32 cuando Viaud hizo falta sobre Ibagaza. Nano ejecutó el lanzamiento, el balón dio en un jugador de la barrera y llegó hasta la portería con la trayectoria cambiada, Almunia llegó a tocar, quizás pudo hacer algo más para evitar que el balón entrase, pero finalmente se introdujo en la portería.

SEGUNDA MITAD La segunda parte superó con creces a la primera en intensidad y juego. El Albacete, revolucionado con la entrada de David Sánchez, y el fenomenal despliegue personal realizado por el malagueño Aranda, unido al gran trabajo defensivo de Pablo, fueron suficientes para desbordar.

La testimonial presencia de Torres, dedicado a la protesta y a tratar de provocar faltas, no inquietó lo más mínimo al meta Almunia. Los albaceteños empataron en una jugada en la que la mala suerte también tuvo un peso específico, aunque el valor fundamental hay que otorgárselo a la gran jugada colectiva, con Lequi haciéndose autogol.