El plantel del River Plate regresó ayer a Buenos Aires con custodia policial. Tal como están hoy las cosas, el equipo que más títulos obtuvo en el fútbol argentino perderá la categoría si no ocurre un milagro el domingo. La pesadilla del descenso se hizo más cierta después de caer por 2-0 ante Belgrano en Córdoba, en un partido que se suspendió durante 20 minutos porque un grupo de hinchas riverplatenses invadió el campo de juego para linchar a sus propios jugadores. La situación fue tan tensa e inesperada que el equipo, formado en su mayoría por jóvenes e inexpertos, se encuentra en estado de pánico. Muchos se preguntan si están en condiciones de soportar la presión del público y ganar.