Ni titulares ni suplentes. Si hubiera un cartel que debiera rezar bien grande en la puerta del Extremadura sería ese. Manuel Mosquera, entrenador de los azulgranas, lo tiene muy claro y no se cansa de repetirlo por activa y por pasiva: «tengo una plantilla de 24 jugadores en la que todos son importantes y todos pueden jugar. Lo tengo clarísimo». La reflexión, que podría estar hecha de cara a la galería, es uno de los mandamientos innegociables para el técnico gallego, que no sólo lo piensa así, sino que lo demuestra.

Al margen de la victoria celestial ante el Elche y el hecho de lograr dos triunfos consecutivos, el partido del pasado martes lanza un mensaje claro e inequívoco a los jugadores: todos tienen oportunidades.

A Manuel no le tembló el pulso para dejar en la grada a Pastrana, que había sido titular en todas las citas. O de no arriesgar con Kike Márquez, que arrastraba un problema muscular que podría dejarle fuera también de la convocatoria ante el Tenerife. Tampoco dudó en meter a Willy de punta, tantas veces en la diana. O de apostar por Cristian, que parecía no estar en el mapa y se reivindicó con un soberbio encuentro. «Está claro que todos podemos jugar. El míster lo ha dejado claro y eso es bueno para todo el equipo», dijo el andaluz tras el partido.

Sólo hay tres jugadores que todavía no han disputado ni un sólo minuto: Louis Yamagouchi, Jesús Rueda y Josema. En el caso del portero franco-japonés es más que evidente que Casto está por delante y que el puesto de la portería es menos rotatorio que otro cualquiera.

Más casos

Rueda ha ido a varias convocatorias, pero el excelente rendimiento de Granero y la alternancia entre Pardo y Fran Cruz, de momento, no le han dado sitio. Le pasa algo parecido a Josema, relegado a ser lateral izquierdo, aunque la necesidad de que Caballo tenga minutos para hacerse con el equipo le han cerrado hueco todavía. No obstante, no sería de extrañar que cualquiera de ellos se presente como titular o novedad en Tenerife. Con Manuel, todo puede pasar.

Aunque el gallego quería una plantilla corta para que todos estos minutos fueran bien repartidos, se ha sabido amoldar a un plantel largo en el que nadie desentona. Solo Casto, Granero y Zarfino lo han jugado todo.

Manuel parece haber encontrado la ecuación: trabajar en equipo divide el trabajo y multiplica los resultados.