Cuatro finales consecutivas en cuatro días. Eso es lo que aguarda al equipo español de sincronizada y, personalmente, a la capitana Ona Carbonell, en las cuatro jornadas de tarde (siempre a las 19.00 h.) de hoy hasta el sábado. Los ejercicios libres deben otorgar otras cuatro medallas al conjunto de Esther Jaumà, que culminaría así en los Mundiales de casa el objetivo de superar las seis medallas de hace dos años en el Mundial de Shanghái.

En la jornada de ayer, sin finales, España ocupó las posiciones que se esperaba en los preliminares de dúo libre y de equipo libre. Carbonell y Marga Crespí pasaron a la final del jueves con la tercera mejor puntuación (94,270), por detrás de las rusas Svetlana Romashina y Svetlana Kolesnichenko (97,230) y de las gemelas chinas Tingting Jiang y Wenwen Jiang (95,080). En equipo libre, España subió una posición, la que dejó libre la ausencia inexplicada de las chinas en esa modalidad y en combo, modalidad en la que las españolas también optarán a la plata en la última final, la del sábado. Rusia ganó la clasificación de equipos (97,390), por encima de España (94,100) y Ucrania (93,100),

El equipo español, que estrenaba rutina con la música de Samsara, se mostró nervioso y desacertado en los saltos. "Nos queda trabajo para la final, tenemos mucho margen de mejora cara a la final, desde luego", reconoció Carbonell, que hoy proseguirá su particular maratón con la final de solo libre.

Mientras, en 10 kilómetros en aguas abiertas el sueño de medalla de Erika Villaécija --que acabó decimoséptima-- se diluyó en una carrera muy dura que acabó con doblete brasileño.