La Tercera División está cada día más cerca de resolver los ascensos sobre el césped y los equipos extremeños ya tienen un horizonte con el que trabajar. Se lo dio la Federación Española de Fútbol con la circular publicada el pasado martes que hoy será explicada al detalle por cada territorial a sus clubs. En el caso de la Extremeña, la reunión -presencial después de varias por videoconferencia- es a las 11 de la mañana en Mérida. Allí estarán Villanovense, Coria, Cacereño y Extremadura B, los cuatro clubs del grupo XIV que pelearán por subir a Segunda B. Todo, claro, con el permiso del virus y Sanidad.

«Yo siempre he estado convencido de que se iba a jugar», dice Luis Puebla, director general del Cacereño, consciente de que «hay intereses por parte de algunos clubs, y lo entiendo, para que no se llegue a disputar y que haya ascensos directos, o al menos eso es lo que creen, porque ahí habría que aclarar muchas cosas».

«Yo creo que sí, que se va a jugar, a no ser que esto dé un cambio grande, pero en Extremadura está la situación bastante bien el tema del control del virus. Si se disputa entre el 18 y el 26 de julio quedan dos meses», añade Jesús Manibardo, director deportivo del Coria. En ese playoff exprés su equipo se enfrentará al Cacereño en semifinales, el 18 o 19 de julio. La otra semi la disputarán Villanovense y Extremadura B. Y, la final, el sábado 25.

EL CAMINO HACIA EL PLAYOFF / La hoja de ruta marcada por la federación contempla la vuelta a los entrenamientos en junio y el playoff exprés a finales de julio. En medio, muchas dudas aún que hoy tratará de resolver la Federción Extremeña.

En el Coria están especialmente pendientes de lo que pueda ocurrir hoy en esa reunión. Hay múltiples interrogantes: los test, primero, para controlar la salud de los futbolistas, o la sede de los enfrentamientos, entre otras cosas. El propio Romano emeritense y el Municipal de Miajadas aparecen en el horizonte como favoritos como escenarios, pero no hay nada decidido aún.

En cuanto a los test, quizás una de las mayores dificultades para los clubs por el coste que podía ocasionar, el acuerdo alcanzado por la federación para que la mutualidad de futbolistas se haga cargo de los test serológicos a los futbolistas de forma gratuita (eso sí, si son necesarios) allana bastante el camino.

Aún así, cada equipo tendrá que tomar una serie de medidas en la vuelta a los entrenamientos, algo que podría producirse desde principios de junio, aunque de forma individual. «Imagino que en la reunión de hoy nos darán las medidas a seguir. Supongo que limpieza diaria de vestuarios, material y otros elementos... No lo veo tan complejo», añade Puebla.

En cuanto a esa vuelta a los entrenamientos, el director general del Cacereño espera que puedan hacerlo en breve. Cuando esto ocurra, el conjunto verde sacará a los jugadores que están implicados por el Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) que ha presentado el club y que afecta a los empleados administrativos y a parte de la plantilla. Como el CPC, también presentó un ERTE el Villanovense, algo que tampoco generará problema alguno en la vuelta al trabajo.

«Nosotros hasta mitad de junio no podremos entrenar en grupo todos juntos», indica Manibardo, Hace ese cálculo teniendo en cuenta las posibilidades de la entidad y la disponibilidad de jugadores, buena parte de los cuales viven fuera de la localidad. De momento, entre el entrenador, Raimundo Rosa, Rai, y el preparador físico, José Carlos, dirigen las sesiones a través de planes específicos y videollamadas. Del mismo modo, la circular de la federación aclara que antes del 15 de junio no se podrá volver a los entrenamientos grupales.

En el caso del Cacereño la vuelta al trabajo se producirá en el Príncipe Felipe, aunque «si nos dan los medios de seguridad que debemos tener, a lo mejor también consideramos entrenar en Pinilla» (campos federativos).

Cuando llegue el momento de entrenar en grupo, el Coria no tendrá problemas: además del campo de La Isla, dispone del César Sánchez y otro de tierra que en principio no será utilizado. Las instalaciones municipales serían, en principio, acondicionadas por el ayuntamiento.

«Con los jugadores no hay problema: llegamos en su día a un acuerdo». El tema económico y el compromiso de la plantilla queda fuera de toda duda. Y todo ello teniendo en cuenta que va a producirse un déficit en las cuentas del club. «Nos faltaban varios partidos todavía, entre ellos uno ante el Moralo que iba a ser una buena taquilla, además de los playoff», dice Manibardo.