Miguel Durán (Almendralejo, 2 de septiembre de 1995), 24 años recién cumplidos, consiguió el pasado agosto un nuevo título en los 400 metros libre en los Campeonatos de España de Verano Open, después de ofrecer toda una exhibición, quedándose muy cerca de su propio récord nacional con un tiempo de 3 minutos, 50 segundos y 45 centésimas. Ahora en mente tiene una meta fija, estar en Tokio 2020 y disfrutar de sus segundos Juegos Olímpicos.

-¿Cómo se encuentra un mes después de los Campeonatos de España?

-Pues me encuentro bastante motivado y con ganas de afrontar esta nueva temporada, en la que tenemos en el horizonte más cercanos los Juegos Olímpicos de Tokio. La verdad que estoy muy ilusionado y con ganas de empezar cuanto antes a competir.

-¿Cómo vivió este nuevo triunfo en los 400 metros libres? ¿Ha sido su victoria más brillante?

-Pues creo que sí, de forma objetiva además, ya que logré una distancia de seis segundos con el siguiente nadador, por lo que para mí sí que ha sido la más brillante. La verdad que se vive de forma muy positiva. Es una forma que tenemos como deportistas de demostrarnos a nosotros mismos que los entrenamientos del año han dado sus frutos. Estoy muy contento con las marcas que he hecho en 2019, habiendo cambiado de entrenador y de lugar de entrenamiento, que, quieras o no, algo afecta. Si no te adaptas bien a los cambios, nuevos sistemas de entrenos, compañeros, lugar de residencia, etcétera, se convierte en algo demasiado complicado, pero creo que puedo decir que me he adaptado muy bien y estoy muy satisfecho con las marcas que he ido haciendo. En definitiva, la verdad es que estoy muy contento con la victoria en los 400 metros libres.

-¿Cómo afronta lo que queda de 2019 y el inicio de 2020 pensando en estar en Tokio? ¿Qué fecha es clave para saber si le veremos en la cita olímpica?

-Ahora mismo mi objetivo es terminar la temporada de invierno, que es en piscina corta, mejorando los tiempos del año pasado, pero siempre pensando en estar en Tokio el próximo verano. El estar en unas olimpiadas es la mayor motivación para un deportista. Estoy poniendo todos mis esfuerzos en lograrlo y estoy convencido de poder conseguirlo. Supongo que a finales de abril o principios de mayo de 2020 sabré si estaré nadando en Japón en julio y agosto.

-¿Cómo es un día normal en la vida / entrenamiento de Miguel Durán?

-Largo (sonríe). El despertador suena a las 5.19 de la mañana, desayuno algo y hago la mochila; me voy a entrenar y a las 6 en punto ya estoy en el agua. Son dos horas de entrenamiento en piscina, hasta las ocho, y después hago un poco de cardio o estiramientos, depende del día. Después tomo otro desayuno, este ya más contundente. Y después tengo tiempo para estudiar, repasar, pasar apuntes, limpiar o lo que me toque. Sobre la una o la una y media descanso o duermo siesta, y luego a las tres y media me voy otra vez a entrenar.

Este segundo entreno del día es de otras dos horas en agua de cuatro a seis, aproximadamente, y una horita más de gimnasio hasta las siete. Luego a cenar y descansar. Así de lunes a sábado. El domingo es más relajado (sonríe de nuevo)… sólo hacemos un entreno o por la mañana o por la tarde, depende.

-¿Fue dura la decisión de marcharse de Extremadura para seguir mejorando?

-Al principio sí. Con 17 años me fui a Sabadell y fue una decisión bastante dura. Recuerdo que en las primeras 2-3 semanas allí me quería volver. Llamé a mis padres y les dije que quería volver a casa. Por suerte aguanté, y la verdad es que ahora me alegro. Creo que fue una decisión bastante acertada, ya que, aunque me hubiera gustado quedarme en Extremadura, allí no dispondría de las mismas instalaciones o las mismas estructuras con las que cuentan los clubes de natación aquí.

-¿Le llega el apoyo y seguimiento que tiene en nuestra región?

- Por supuesto que me llega, me llega bastante. Yo estoy encantadísimo de ser extremeño y se agradece muchísimo que tu región te apoye. La verdad que es bastante bonito.

-¿Qué Miguel Durán es hoy en comparación con el que debutaba en unos Juegos Olímpicos en Río de Janeiro? ¿Cuáles son las claves de esa evolución?

-Es un Miguel Durán mucho más experimentado y con ganas de afrontar unos Juegos Olímpicos como se merecen. Creo que donde más he aprendido es de las derrotas y de los momentos difíciles que me ha dado la natación. De ahí se aprende muchísimo. Yo he perdido más veces que he ganado, y eso hay que aprovecharlo de alguna manera.

-¿Hay parte de ‘culpa’ del apoyo de patrocinadores e instituciones?

-Si una marca de o una institución como la Junta de Extremadura te está patrocinando, tienes que sentir esa responsabilidad. Por lo tanto, ayudan a que los deportistas nos centremos y evitemos distracciones.

-¿Por qué cree que la Fundación Jóvenes y Deporte debe seguir trabajando codo con codo con nuestros deportistas?

-Me parece que es una herramienta muy necesaria hoy en día. Como deportistas nos ayudan y asesoran y hacen una gran labor de impulso al deporte base de Extremadura y de modalidades deportivas no mayoritarias, para que se puedan conocer más y que nos reconozcan un poquito más, que no está nada mal, la verdad.

-Si cierra los ojos, ¿cómo se ve dentro de un año?

-Me veo en Almendralejo, rodeado de mi gente y celebrando haber estado de nuevo en unos Juegos Olímpicos.