En el Cacereño creen que ya ha llegado la hora de romper la mala racha en casa. Y les da igual si esa casa es el Príncipe Felipe o El Cuartillo. Lo dice un peso pesado del vestuario, Raúl Medina. Seguro que lo refrendan todos los demás, deseosos de olvidar los tres palos recibidos como locales y el del domingo pasado en Albacete, cuando el empate se escapó en el último suspiro.

El mensaje es claro: "Ha llegado la hora de ganar en casa". Para conseguirlo, la actitud es muy importante y Medina insiste en que lo importante es ser positivos, algo a lo que deben contribuir todos, "los jugadores, los aficionados y la prensa. Quizás todos nos hemos equivocado, pero ahora hay que ser optimistas, centrarnos, aceptar nuestra posición en la tabla y tratar de empezar la remontada".

El mediocentro madrileño habla claro y en ningún momento oculta su parte de culpa. La suya y la de sus compañeros. Errores puntuales, mala suerte. Son muchos y variados los problemas que han empujado al Cacereño hacia la zona baja de la tabla. Pero Medina lo tiene claro: "Los culpables somos nosotros por no haber sabido interpretar la situación en cada momento", dice en referencia a las tres remontadas sufridas por el equipo en El Cuartillo.

"Es pronto para lo nervios"

El domingo tienen la oportunidad de iniciar un cambio de ciclo y la plantilla no quiere dejar pasar la oportunidad. La situación en la clasificación es delicada (el CPC ocupa el puesto de promoción por la permanencia), pero solo se han disputado seis jornadas. "Es pronto para que aparezcan los nervios, pero hay que intentar dar un giro cuanto antes". Y tiene que ser el domingo a más tardar.

Pero aunque la historia reciente esté del lado del Cacereño, que no pierde un derbi desde el 27 de septiembre del 2009 (1-2 ante el Villanovense) el Arroyo no lo pondrá nada fácil. Para el madrileño es el "rival más complicado" que podía llegar a El Cuartillo en este momento, aunque como visitante aún no haya sumado aún ningún punto. "Es un equipo muy bien diseñado, con jugadores experimentados, con mucha calidad y muy competitivos", dice, deshaciéndose en elogios hacia su próximo rival.

Del campo prefiere no hablar. "Quizás no sean las condiciones más favorables las del terreno de juego, pero es lo que hay. La plantilla será capaz de adaptarse y pase lo que pase no se le podrá echar la culpa. Jugaremos donde nos digan, es nuestro trabajo. Y donde sea iremos a ganar", sentencia.