Hablamos con Rosa Redondo, decana del Colegio Oficial de Psicólogos de Extremadura (Copex) y responsable del Gabinete de Atención a Deportistas de Extremadura de la Fundación Jóvenes y Deporte.

-¿Sigue el Colegio de Psicólogos trabajando en estos momentos?

- Seguimos trabajando de forma telemática, tanto para atender a los colegiados como para gestionar las diferentes actuaciones que estamos desarrollando de cara a la sociedad en colaboración con la administración autonómica, realizando las reuniones de la junta de gobierno de Copex de manera virtual.

-¿Estamos ante una situación que nos va a cambiar como individuos y como grupo?

-Como grupo ahora están floreciendo comportamientos más empáticos y solidarios con muchas situaciones de las que estamos siendo conscientes, lo deseable sería que mantuviéramos esos niveles de empatía. Sin embargo, la experiencia muestra que cuando la situación se normaliza estos cambios no suelen ser estables. El cambio en el foco de atención hacia lo cotidiano, hace que nos olvidemos o dejemos de darle importancia. Muchos colectivos a los que ahora les prestamos una gran cantidad de atención, comenzarán a sentir las consecuencias de todo el esfuerzo y el estrés que están soportando, sanitarios, policías, guardia civil, transportistas, etcétera... y debemos intentar que cuando se instaure la normalidad no sean los grandes olvidados.

-¿Cómo podemos afrontar de forma individual situaciones nuevas que pueden generar ansiedad o miedo?

-Primero hay que entender que el miedo es una reacción normal ante una amenaza, nos prepara para poder reaccionar ante esa amenaza. El covid-19 es una amenaza real, lo vemos a diario de una manera objetiva, en el número de personas infectadas y fallecidas y en cómo ha modificado nuestras formas de relación y de trabajo. El miedo es negativo cuando su nivel se incrementa tanto que en lugar de hacernos reaccionar para protegernos o para alejarnos de la amenaza, nos paraliza, nos bloquea y nos impide reaccionar de una manera adecuada. Es importante intentar mantener ese miedo en niveles manejables. La información veraz y objetiva es importante, y no mirar solamente lo negativo y las informaciones alarmistas sin base real y no de manera repetida, con una vez al día basta.

-¿Podemos prestar apoyo a personas de nuestro entorno que sufran este estrés emocional?

-Es importante respetar las emociones de los demás, respetar, escuchar su malestar y en lo posible compartir lo que nosotros sentimos. Eso hará sentir a los demás que no están solos y que lo que sienten no es raro. La mayoría de las reacciones emocionales son normales ante una situación que no lo es.

-¿Se puede compartir este apoyo a distancia?

-Se puede dar apoyo a distancia, porque la distancia física no significa distancia emocional. Una llamada de teléfono a un ser querido o un amigo con palabras de animo, de cariño, es importante. Una videollamada en la que compartir lo que hacemos o hablar de actividades o planes para el futuro, hacer sentir a otras personas con un mensaje que nos acordamos de ellas, es siempre reconfortante. Evitar la sensación de soledad de otras personas al tiempo que apoyamos emocionalmente a otros, también nos ayuda a sentirmos mejor nosotros.

-Hay colectivos con situaciones concretas como el de los deportistas, ¿qué consejos les dan en la esfera de la psicología para afrontar esta etapa de parada obligada?

-Centrarse en aquellos objetivos fuera de la esfera deportiva que sí pueden cumplir, como los laborales o escolares si fuera el caso. Los deportivos han variado, lo importante es utilizar las herramientas que tengan a mano para mantener la forma física, entender que es una situación transitoria y conviene estar en las mejores condiciones. Los deportistas de alto rendimiento han visto rebajado su nivel de incertidumbre al posponerse los Juegos Olímpicos y muchas de sus competiciones internacionales. Lo importante es centrarse en hacer cuanto esté en su mano y utilizar los recursos que encuentren para mantenerse en forma hasta que se pueda retomar la actividad habitual. Y entrenar las técnicas de atención y concentración, la visualización de entrenamientos y competiciones, así como las técnicas de relajación, será muy útil.

-¿Coinciden sus consultas en estos momentos con las que los deportistas hacen en una situación de normalidad social?

-La mayoría de las demandas se relacionan con la incertidumbre acerca de como podrán rendir tras este parón, las dificultades para alcanzar sus objetivos, la incertidumbre propia de la situación. Es evidente que muchas demandas están más relacionadas con la situación, demandas que no se producen si se mantiene el ritmo al que están habituados. A pesar de ello, los deportistas están entrenados en vivir bajo condiciones de estrés y han aprendido y desarrollado habilidades de afrontamiento que en esta situación pueden ser muy útiles. Es importante entender que esto no es una carrera de velocidad, sino de resistencia, y como en toda prueba de resistencia, hay que poner en funcionamiento todos los recursos disponibles.

¿Será igual de difícil la vuelta a esa normalidad, nos quedarán ‘secuelas’?

-Indudablemente muchas personas se verán afectadas durante un tiempo por las consecuencias de lo que viven ahora, algunas personas tendrán secuelas graves, otras tardaran en retomar la normalidad. Muchas personas necesitarán ayuda profesional para volver a retomar una actividad normal. Otras tendrán efectos más leves y podrán retomar su actividad de manera mas fácil, pero todos habremos sufrido niveles de ansiedad y estrés importante y dependerá de nuestras habilidades de afrontamiento y de adaptación que podamos retomar la vida cotidiana, una vida que para muchas personas será diferente.

-¿Cómo podemos ser realistas pero sin caer en el pesimismo?

-Resulta complicado distanciarse si nos mantenemos inmersos 24 horas al día en datos y en informaciones continuadas respecto al virus y sus consecuencias. Pero es posible organizar el tiempo y las actividades para que nos permita alejarnos en diferentes momentos de todo lo relacionado con el covid-19. Mientras juegas son los niños no estás en ello, mientras escuchas música, ves películas o documentales, o trabajas, la atención está alejada de la infección. Por tanto se puede hacer distancia, no de manera permanente, pero sí durante diferentes momentos en los que podemos colocar nuestra atención en cosas más satisfactorias o productivas.